viernes, 20 de junio de 2025

Cantos mayas de Dzitbalché del códice Dresde

 CANTARES MAYAS DE DZITBALCHÉ

FRAGMENTO


Códice Dresde

CANTAR 4


VAMOS AL RECIBIMIENTO DE LA FLOR


1. Alegría

2. cantamos


3. porque vamos


4. al Recibimiento de la Flor.


5. Todas las mujeres


6. mozas,


7. [tienen en] pura risa


8. y risa


9. sus rostros, en tanto que saltan


10. sus corazones


11. en el seno de sus pechos.


12. ¿Por qué causa?


13. Porque saben


14. que es porque darán


15. su virginidad femenil


16. a quienes ellas aman.


17. ¡Cantad La Flor!


18. Os ayudarán (acompañarán)


19. el Nacom y el


20. gran Señor Ah Kulel


21. presentes en el cadalso.


22. El Ah Kulel canta:


23. "Vámonos, vámonos


24. a poner nuestras voluntades


25. ante la Virgen


26. la Bella Virgen


27. y Señora


28. la Flor de las Mozas


29. que está en su alto cadalso,


30. la señora . . .


31. Suhuy Kaak.


32. Asimismo [ante] la Bella


33. X Kanleox


34. y [ante] la Bella X Z


35. oot y la Bella


36. Señora Virgen


37. X T'oot' much.


38. Ellas son las que dan el Bien


39. a la Vida aquí sobre


40. la Región, aquí sobre


41. la Sabana y a la redonda


42. aquí en la Sierra.


43. Vamos, vamos, vámonos


44. jóvenes; así


45. daremos perfecto regocijo


46. aquí en Dzitil


47. Piich, Dzitil Balche.


CANTAR 5


<HVA-PAACH'OOB>



1. Se ha hecho muy necesario

2. que sea medida la cuen-


3. ta de cuántos


4. años o katunes


5. de tiempo han pasado


6. del tiempo desde cuando [existieron] aquí


7. en estos poblados, los


8. grandes y poderosos


9. hombres, aquéllos


10. que alzaron los muros


11. de los antiguos poblados,


12. que ahora miramos aquí


13. en la Provincia de la Sabana;


14. todos esos poblados


15. esparcidos sobre


16. la tierra que ahora


17. miramos posados [sus edificios]


18. aquí y allá, sobre


19. altos cerros.


20. Lo que signifique


21. aquí en los poblados, damos;


22. el significado,


23. el cual vemos hoy,


24. y lo que sabemos


25. porque día


26. a día vemos


27. en medio de los cielos


28. la señal de lo que


29. nos fue dicho por


30. los hombres antiguos


31. hombres de aquí


32. de nuestros pueblos,


33. de aquí de nuestra tierra. Damos


34. lo cierto de nuestra intención


35. para que se pueda


36. leer lo que


37. hay en la faz del


38. cielo al entrar la


39. noche, así desde


40. el horizonte hasta el meridiano.


41. Así pues se in-


42. clina. . .


CANTAR 7


KAY NICTÉ

CANTO DE LA FLOR 



1. La bellísima luna

2. se ha alzado sobre el bosque;


3. va encendiéndose


4. enmedio de los cielos


5. donde queda en suspenso


6. para alumbrar sobre


7. la tierra, todo el bosque.


8. Dulcemente viene el aire y su perfume


9. y su perfume


10. Ha llegado en medio


11. del cielo; resplandece


12. su luz sobre


13. todas las cosas. Hay


14. alegría en todo


15. buen hombre.


16. Hemos llegado adentro


17. del interior del bosque donde


18. nadie


19. <nos> mirará


20. lo que hemos venido a hacer.


21. Hemos traído la flor de la Plumería


22. la flor del chucum, la flor


23. del jazmín canino, la flor de. . .


24. Trajimos el copal, la rastrera cañita ziit,


25. así como la concha de la tortuga terrestre.


26. Asimismo el nuevo polvo de calcita


27. dura y el nuevo


28. hilo de algodón para hilar; la nueva


jícara


29. y el grande y fino pedernal;


30. la nueva pesa;


31. la nueva tarea de hilado;


32. el presente del pavo;


33. nuevo calzado,


34. todo nuevo,


35. inclusive las bandas que atan


36. nuestras cabelleras para


37. tocarnos con el nenúfar;


38. igualmente el zumbador


39. caracol y la ancia-


40. na [maestra]. Ya, ya


41. estamos en el corazón del bosque,


42. a orillas de la poza en la roca,


43. a esperar


44. que surja la bella


45. estrella que humea sobre


46. el bosque. Quitaos


47. vuestras ropas, desatad


48. vuestras cabelleras;


49. quedaos como


50. llegasteis aquí


51. sobre el mundo,


52. vírgenes, mu-


53. jeres mozas. . .


CANTAR 12


EL APAGAMIENTO DEL ANCIANO SOBRE EL MONTE



1. Declina el sol en las faldas del cielo al po-

2. niente; [suenan] el tunkul, el caracol y


3. el zacatán y se sopla la cantadora


4. jícara. Se seleccionan todos. . .


5. Han venido. Después, saltando


6. van para llegarse ante


7. el popolna [donde está] el Ahau Can.


8. Allí también están el Holpoop y


9. los Chaques, así como el Señor Ah Ku-


10. lel y sus ayudantes.


11. Han llegado los músicos-cantantes,


12. los farsantes, bailarines


13. contorsionistas, saltarines


14. y los corcovados y los espectadores.


15. Todas las personas han venido en


16. pos del Señor Ahau Can a la di-


17. versión que se hará en medio


18. de la plaza de nuestro pueblo.


19. Al comenzar a penetrar el sol


20. en las faldas de la superficie del cielo, es


el momento conveniente


21. para comenzar. . .


22. . . . . . . copal . . . . . .


23. El Señor del Cielo recibirá el humo


24. del fuego para escocer el rostro


25. del Señor Sol. Vámonos, vamos al tronco


de la Ceiba; vamos a poner el trueque-


ofrenda


27. para el nuevo año. Ya,


28. ya han pasado los dolorosos días.


29. Vamos a reunirnos


30. en el pueblo; vamos al oriente del pueblo


a colocar


31. la columna de madera del Viejo Recibi-


dor del Fuego


32. sobre el cerro. Traed


33. todas las cosas nuevas;


34. tirad todas las cosas


35. viejas. El Señor Dios ha


36. concedido que pasemos los malos


37. días aquí en el pueblo, porque


38. van a venir otros días


39. otros uinales, otros años


40. otro katún, para


41. que venga a completarse una


42. veintena de años para el ka-


43. tún. Vamos a poner


44. nueva piedra de término (de año) a la


puerta


45. del pueblo. Busquemos una blanca


46. piedra para indicar


47. que otro año ha pasado. . .


CANTAR 15

CANTAR SIN TITULO II 



1. Poneos vuestras bellas ropas;

2. ha llegado el día de la alegría;


3. peinad la maraña de vuestra cabellera;


4. poneos la más bella


5. de vuestras ropas; poneos vuestro bello


calzado;


6. colgad vuestros grandes


7. pendientes en los pendientes de vuestras


orejas; poneos


8. buena toca; poned los galardones


9. de vuestra bella garganta; poned lo que


enroscais y


10. reluce en la parte rolliza de vuestros


brazos.


11. Preciso es que seais vista


12. cómo sois bella cual


13. ninguna, aquí en el asiento


14. de Dzitbalché, pueblo. Os amo


15. bella Señora. Por esto


16. quiero que seais vista en verdad


17. muy bella, porque


18. habréis de pareceros a la humeante


19. estrella; porque os deseen hasta


20. la luna y las flores de los campos.


21. Pura y blanca blanca es vuestra ropa,


doncella.


22. Id a dar la alegría de vuestra risa;


23. poned bondad en vuestro corazón, porque


hoy


24. es el momento de la alegría de todos los


hombres


25. que ponen su bondad en vos.

viernes, 13 de junio de 2025

Cantos de los indios Pueblo o Ácoma

 En el principio (fragmento inicial)


En el principio nacieron dos hermanas.

Nacieron en el inframundo.

No había luz, no podían verse,

pero cada una se dio cuenta de la otra.

Un espíritu las encontró y alimentó

para que crecieran y pensaran.

Le preguntaron si era hombre o mujer.

Les dijo que no podía decirlo.

Le preguntaron por qué vivían a oscuras.

Les dijo: Porque están bajo tierra,

pero tengan paciencia:

cuando estén listas, saldrán a la luz.

Esperaron mucho, crecieron

y aprendieron la lengua del espíritu.

Cuando estuvieron listas,

les hizo un regalo: dos canastas

de semillas, y figuritas de los animales

que iba a haber en el Mundo.


Fuente: Matthew W. Stirling, "Origin myth of Acoma and other records", Washington, DC: Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 135, 1942, p. 1.


Canción de los hombres del maíz (fragmento)


A-ni hio-o-o, a-ni-hio-o-o, a-ni-hio-o-o.

A ni ni ya he ya.

A-ni hio-o-o, a-ni hio-o-o, a-ni hio-o-o.

A-ni ni ya he ah-ah ah ah ah i…

Yi hi yi hi yi…

A-ha-a-a i hi hi yi


Fuente: Natalie Curtis, The Indians’ book. Songs and legends of the American Indians, Honolulu, HI: University Press of the Pacific, 2002, p. 451.


Canto del cazador


Cervatillo que vas muy por delante,

el que imagino

con tu piel y pinta de buena salud.

En el que estoy pensando.

Joven antílope que va muy por delante,

completamente sano,

en el que estoy pensando.

Allá estás, en algún lugar,

bajo un árbol de pino,

buscándome, esperándome.

Te seguiré a donde hayas ido,

fuera de la llanura,

entre los arbustos de salvia,

donde estás

buscándome, esperándome.

Te seguiré a donde hayas ido.


Nube nodriza


Feliz, feliz, feliz,

del este, de allá lejos,

viene la nube cargada de lluvia

para amamantar a las plantitas

de maíz, recién nacidas.


Brisa de sol


Allá, en el oriente, en el oriente,

surge el joven sol y respira.

Su aliento es una brisa

que mueve suavemente las hojas

y toda la vegetación.

Las ninfas del maíz y las enredaderas

también se animan con la brisa.


Fuente: Frances Densmore, Music of Acoma, Isleta, Cochiti and Zuñi pueblos, Washington, DC: Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 165, 1957, pp. 22, 33 y 53. 

viernes, 28 de marzo de 2025

Liu Che, El viento de otoño

 Al viento de otoño

Liu Che

  El emperador fue a Hedong y adoró a Hou Tu. Miró hacia atrás, hacia la capital imperial, con alegría. Tuvo un banquete con sus ministros en medio del río. El emperador estaba muy contento y compuso él mismo un poema "Viento de otoño":

Sopla el viento otoñal y las nubes blancas vuelan, la hierba y los árboles se vuelven amarillos y los gansos vuelan hacia el sur.

La orquídea es hermosa y el crisantemo es fragante, y no puedo olvidar a la hermosa mujer que está conmigo.

Navego a través del río Fen en un barco torre, cruzando el medio de la corriente y levantando las olas blancas.

Sonaron la flauta y el tambor y los remeros comenzaron a cantar, la alegría era extrema pero la tristeza también era grande.

¿Cuánto durará la juventud y cómo podemos detener el envejecimiento?

Chunshen Jun, El mundo es caos

  Chunshen Jun, Mian Shi

El mundo no está en orden. Por favor, lean el poema de Chen Ming: El cielo y la tierra cambian de posición, las cuatro estaciones cambian de lugar. Caen las estrellas, la mañana y la tarde son oscuras. [...] Los benevolentes están restringidos, los tiranos son fuertes. El mundo es peligroso, temo perder a los héroes del mundo. El dragón se transforma en grillo, el búho en fénix. Bi Gan fue abierto en canal, Confucio fue encarcelado. ¡Qué brillante es su sabiduría, qué triste es el tiempo ominoso que encontró! [...] Los santos se dan la mano, el tiempo casi ha terminado, y dudan de los necios, me gustaría escuchar sus contraargumentos. Su cancioncilla dice: Pensando en el lugar lejano, qué bloqueado está. Los benevolentes están restringidos, los tiranos prosperan. Los ministros leales están en peligro, los calumniadores están por todas partes. No se sabe que el jade y las perlas se usen. No se sabe que la tela y el brocado sean diferentes. [...] El ciego es visto como vista; lo sordo es visto como inteligencia; el peligro es visto como seguridad;lLo bueno es visto como desastre. ¡Ay, Dios, es fácil mantenerlo igual!

Zuang Zi, Capítulos internos

 Zuang Zi, Capítulos internos, II: "Sobre la igualdad de las cosas":

Nie Ke preguntó a Wang Ni: “¿Sabes qué tienen todas las cosas en común?”

Él dijo: "¿Cómo puedo saber eso?"

¿Sabes lo que no sabes?

Él dijo: "¿Cómo puedo saberlo?"

¿Entonces las cosas no tienen conocimiento?

Él dijo: "¿Cómo puedo saberlo?" 

Sin embargo, si intentas explicarlo, ¿cómo puedes saber que lo que yo llamo saber no es no saber? ¿Cómo puedes saber que lo que yo llamo no saber no es no saber? [...] Desde mi perspectiva: el principio de la benevolencia y la rectitud, el camino del bien y el mal, son todos confusos, harto confusos. ¿Cómo puedo entender la distinción? Nie Que dijo: "Tú no conoces los beneficios y los daños; entonces, ¿acaso el sabio no conoce los beneficios y los daños?" Wang Ni dijo: "El sabio es divino". Ni siquiera un gran lago en llamas puede calentarlo, ni siquiera la Vía Láctea puede desbordarse, ni siquiera un trueno puede romper montañas ni el viento puede sacudir el mar; pero él no puede tener miedo. Una persona así viaja sobre las nubes, viaja sobre el Sol y la Luna, y viaja más allá de los cuatro mares. ¿La vida y la muerte no lo cambian, y mucho menos el comienzo de los beneficios y los perjuicios? 

Lao Tse, Cuando se abandonan los grandes principios

 Cuando se abandonan los grandes principios, hay benevolencia y rectitud. Cuando surge la sabiduría, hay gran hipocresía. Cuando los seis parientes no concuerdan, hay piedad filial. Cuando el país está sumido en el caos, hay ministros leales.

El pueblo tiene hambre porque sus superiores recaudan demasiados impuestos. Es difícil gobernar al pueblo porque sus superiores son activos. Al pueblo no le importa la muerte porque anhela vivir. Solo quienes no hacen nada para vivir son más sabios que quienes valoran la vida.

El sabio no hace nada y enseña sin palabras. Todo se crea sin quejarse. Vive sin posesiones, actúa sin depender de nada y no se obsesiona con los logros. Y porque no se obsesiona no se va, no abandona.

Aprender es crecer día a día, pero practicar el Camino (Tao) es decrecer día a día. Para decrecer una y otra vez, se debe alcanzar el estado de inacción. No hacer nada es hacerlo todo. Para conquistar el mundo, uno debe estar siempre en paz; si está en paz, no podrá conquistar el mundo.

Lao Tse, Si lo miras y no lo ves

 Laso Tse

Si lo miras y no lo ves, se llama Yi

Si lo escuchas y no lo oyes, se llama Xi

Si lo tocas y no lo puedes comprender, se llama Wei

Estos tres son incuestionables, por lo que se funden en uno. No es brillante arriba, ni oscuro abajo. No se le puede nombrar, y retorna a la nada. Esto se llama la forma sin forma, la imagen sin objeto, y esto se llama Huohuang. Si te encuentras con él, no puedes ver su frente, y si lo sigues, no puedes ver su espalda. Aférrate a la antigua forma de controlar el presente. Si puedes conocer el antiguo comienzo, esto se llama la disciplina del camino (tao).

Sostén la gran imagen, y el mundo vendrá. Si vas sin sufrir daño, estarás en paz. La música y el cebo detendrán a los transeúntes; el camino es tan soso que carece de sabor. No se puede ver con la mirada, no se puede oír con la escucha, y no se puede usar.

Hay malvas en las montañas

 Tang Feng, Hay malvas en las montañas.

Hay malvas en las montañas y olmos en las tierras bajas. Tienes ropa, pero no se arrastra ni se agita; tienes carruajes y caballos, pero no corren ni se conducen; eres como un muerto, y otros son felices. Hay castaños en las montañas y yugos en las tierras bajas. Tienes un palacio, pero no lo riegas ni lo barres; tienes campanas y tambores, pero no los golpeas ni los escuchas; eres como un muerto, y otros te protegen. Hay laca en las montañas y castaños en las tierras bajas. Tienes vino y comida, ¿por qué no tocas el arpa todos los días? Seamos felices y disfrutemos de los días. Eres como un muerto, y otros entran en la habitación. 

miércoles, 26 de febrero de 2025

Dos sonetos de amor de Cervantes en la Galatea


Soneto de la pastora Gelasia

 

¿Quién dejará del verde prado umbroso

las frescas yerbas y las claras (*) fuentes?

¿Quién de seguir con pasos diligentes

la suelta liebre o jabalí cerdoso?


¿Quién, con el son amigo y sonoroso,

no detendrá las aves inocentes?

¿Quién, en las horas de la siesta ardientes,

no buscará en las selvas el reposo,


por seguir los incendios, los temores,

los celos, iras, rabias, muertes, penas,

del falso amor, que tanto aflige al mundo?


Del campo son y han sido mis amores;

rosas son y jazmines mis cadenas;

libre nascí, y en libertad me fundo.


(*) Corrijo "las frescas fuentes" por "las claras fuentes", por creer que es una ditografía muy probable.

(La Galatea, Libro VI, en Obras completas, ed. Sevilla Arroyo, p. 137b)


Soneto de Elicio


Si deste herviente mar y golfo insano,

donde tanto amenaza la tormenta,

libro la vida de tan dura afrenta

y toco el suelo venturoso y sano,


al aire alzadas una y otra mano,

con alma humilde y voluntad contenta,

haré que amor conozca, el cielo sienta

qu’el bien les agradezco soberano.


Llamaré venturosos mis sospiros,

mis lágrimas tendré por agradables

por refrigerio el fuego en que me quemo.


Diré que son de Amor los recios tiros

dulces al alma, al cuerpo saludables,

y que en su bien no hay medio, sino estremo.


(La Galatea, Libro VI, en Obras completas, ed. Sevilla Arroyo, p. 141a)

viernes, 21 de febrero de 2025

Miguel de Unamuno, Es de noche, en mi estudio

 Es de noche, en mi estudio.

Profunda soledad; oigo el latido

de mi pecho agitado

es que se siente solo,

y es que se siente blanco de mi mente

y oigo a la sangre

cuyo leve susurro

llena el silencio.

Diríase que cae el hilo líquido

de la clepsidra al fondo.

Aquí, de noche, solo, este es mi estudio;

los libros callan;

mi lámpara de aceite

baña en lumbre de paz estas cuartillas,

lumbre cual de sagrario;

los libros callan;

de los poetas, pensadores, doctos,

los espíritus duermen;

y ello es como si en torno me rondase

cautelosa la muerte.

Me vuelvo a ratos para ver si acecha,

escudriño lo oscuro,

trato de descubrir entre las sombras

su sombra vaga,

pienso en la angina;

pienso en mi edad viril; de los cuarenta

pasé ha dos años.

Es una tentación dominadora

que aquí, en la soledad, es el silencio

quien me la asesta;

el silencio y los sombras.

Y me digo: «Tal vez cuando muy pronto

vengan para anunciarme

que me espera la cena,

encuentren aquí un cuerpo

pálido y frío

la cosa que fuí yo, éste que espera ,

como esos libros silencioso y yerto,

parada ya la sangre,

yeldándose en las venas,

el pecho silencioso

bajo la dulce luz del blando aceite,

lámpara funeraria.»

Tiemblo de terminar estos renglones

que no parezcan

extraño testamento,

más bien presentimiento misterioso

del allende sombrío,

dictados por el ansia

de vida eterna.

Los terminé y aún vivo

martes, 18 de febrero de 2025

Excerpta de In memoriam Arthur Henry Hallam (1850), de Alfred lord Tennyson

 ¿Están entonces Dios y la Naturaleza en conflicto,

y la Naturaleza nos da sueños tan perversos?

Parece tan cuidadosa con la especie,

tan descuidada con la vida individual,

que yo, considerando en todas partes

el significado secreto de sus acciones

y descubriendo que, de cincuenta semillas,

a menudo solo salva una,

vacilo donde pisé con firmeza,

y, cayendo con todo el peso de mis preocupaciones

sobre las grandes escaleras del altar del mundo

que descienden a través de la oscuridad hasta Dios,

extiendo las cojas manos de la fe y tanteo,

y recojo polvo y paja, y llamo

a lo que siento que es Señor de todo,

y confío débilmente en la mayor esperanza.


Canto LVI


Quien confió en Dios, fue por amor de verdad.

Y el amor fue la ley final de la Creación.

Aunque la Naturaleza, rojos sus dientes y garras,

gritó contra su credo en los barrancos.

¿Quien amó, quien sufrió males innúmeros,

quien luchó por lo Verdadero, lo Justo,

será arrastrado por el polvo del desierto

o sellado entre las colinas de hierro?


Canto CXXII


Si alguna vez, cuando la fe se ha dormido,

oigo una voz: «No creas más» y una orilla

que se rompe sin cesar y se derrumba

en las profundidades sin Dios,

un calor dentro del pecho ha derretido

la parte más fría de la razón helada,

y, como un hombre enfurecido, el corazón

se levanta y responde: «Lo he sentido».

No como un niño en duda y miedo:

ese clamor ciego me hizo sabio;

entonces era como un niño que llora,

y, al llorar, sabe que su padre está cerca.


Canto XCIX:


Sin vigilancia, la rama del jardín se balanceará,

la tierna flor revoloteará hacia abajo;

sin amor, esa haya se volverá marrón,

este arce se quemará.


Canto XXVII:


Lo considero verdadero, pase lo que pase;

lo siento cuando más dolor siento;

es mejor haber amado y perdido

que no haber amado nunca.


Canto LIV:


Así corre mi sueño, pero ¿qué soy yo?

Un niño que llora en la noche,

un niño que llora por la luz,

y sin más palabras que un llanto.


En el Canto CXXIII:


Las colinas son sombras: fluyen

de forma en forma y ​​nada permanece;

se derriten como la niebla las tierras sólidas,

se moldean como las nubes y se van.

miércoles, 12 de febrero de 2025

José Manuel Torres, Nana roja para mi hijo Lin Manuel

 JOSÉ MANUEL TORRES SANTIAGO


NANA ROJA PARA MI HIJO LIN MANUEL


Antes, y cuando tú naciste, no sé por qué,

pensé tu muerte… Los explotadores,

los capitalistas, los mercaderes de humanos,

los curas y los obispos habían tendido el asesinato

y sembrado la guerra.


Vietnam con su sangre.

Santo Domingo con su dolor

Puerto Rico con su pulmón podrido.


¿Qué podía pensar, Lin Manuel, sino tu muerte?

…Saber que ibas directo a la democracia

(democracia en este lado es todos los días

miseria, mierda, muerte). Saber que un día

(si no muestras que tienes patriotismo y cojones)

te reclutarán y darán un fusil

para matar la libertad.


Pero has nacido y te he vestido

con mis símbolos todos los días,

con la revolución: eres un bebé rojo, Lin Manuel,

y, aunque, no sé qué serás

cuando crezcas, confío

que también gritarás conmigo

la guerra justa contra los asesinos yanquis.


(En las manos del pueblo, 1972.)