domingo, 4 de marzo de 2007

RIMA LXXII, Gustavo Adolfo Bécquer

PRIMERA VOZ

Las ondas tienen vaga armonía,
las violetas suave olor,
brumas de plata la noche fría,
luz y oro el día;
yo algo mejor;
¡yo tengo Amor!

SEGUNDA VOZ

Aura de aplausos, nube radiosa,
ola de envidia que besa el pie,
isla de sueños donde reposa
el alma ansiosa,
dulce embriaguez:
¡la Gloria es!

TERCERA VOZ

Ascua encendida es el tesoro,
sombra que huye la vanidad.
Todo es mentira: la gloria, el oro;
lo que yo adoro
sólo es verdad:
¡la Libertad!

Así los barqueros pasaban cantando
la eterna canción
y, al golpe del remo, saltaba la espuma
y heríala el sol.

—¿Te embarcas?, gritaban; y yo sonriendo
les dije al pasar:
—Yo ya me he embarcado; por señas que aún tengo
la ropa en la playa tendida a secar.

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