oh musas, que yo pueda conocerlo!
Es aquel hombre que, en presencia de otro,
se sentirá su igual, sea éste rey
o el más pobre del clan de los mendigos,
o cualquier otra cosa sorprendente
que entre un mono y Platón el hombre pueda ser.
Es aquel que ante un pájaro,
águila o reyezuelo, encuentra su camino
a todos sus instintos. Le ha escuchado
al león su rugido y puede hablar
de lo que su garganta endurecida expresa.
A él el grito del tigre
le llega articulado y se abre paso
como lengua materna entre su oído.
Trad. de Lorenzo Oliván