jueves, 22 de octubre de 2015

Arturo Uslar Pietri, Hasta el día que regrese

HASTA EL DÍA QUE REGRESE

Hay veces que uno quiere
desprenderse del mundo,
que siente que ya el peso es demasiado,
que hay un fardo de odio indesechable,
y uno quiere callarse definitivamente
caer, con todas sus frentes, en el alba sonora de la noche,
hurtarse a los escudriñadores
a los espías de los postigos y las atalayas;
a los que quieren desnudarte en la calle,
dejarte como un sauce mutilado
sujeto a tus raíces
maniatado
abocado a la muerte.
Ya mis frentes descansan en la sombra,
sus helechos de sueños,
hay una blanca alfombra de silencios,
que ha ahogado mis pasos,una mordaza fría me corroe la cintura,
el silicio del tiempo se ha pegado a mi carne
como un perro de fuego,
y quiero contagiarme de silencios,
integrarme,
diseñar horizontes ojivales
y caer bajo el peso de mis pestañas
hasta que cada cosa regrese a sus contornos,
hasta que cada luz atraviese el preciso vitral
en el punto preciso,
hasta que el día regrese a liberarnos
con sus cadenas de oro.