Donde vas, Alfonso XII,
dónde vas, triste de ti...
El cantar es muy famoso, pero en realidad es popular; alude a la cancioncilla que incluyó Luis Vélez de Guevara en Reinar después de morir, sobre el terrible destino de Inés de Castro:
Dónde vas el caballero
dónde vas, triste de ti?
Que la tu querida esposa
muerta está que yo la vi.
Las señas que ella tenía
bien te las sabré decir:
su garganta es de alabastro
y sus manos de marfil.
Muy romántico todo, si no fuera porque Alfonsito XII, como Alfonso XIII y Juan Carlos I, y los demás borbones y borbonas antes que ellos, y los mismos Austrias, en especial ese degenerado de Felipe IV, fueron unos putañeros de cuidado que no podían parar un momento de hacerlo. Veremos si Felipito puede refrenar su pito cuando se canse de la Leticiosa doña Letizia (con zeta de pija).