miércoles, 14 de marzo de 2007

LA MUERTE DEL HÉROE, Calino

Honroso es en verdad, y glorioso, que un hombre batalle
contra los enemigos. La muerte vendrá justo el momento
en que lo hayan hilado las
Moiras. ¡Que todos avancen
empuñando la espada y acogiendo tras el escudo
un corazón valeroso, apenas trábese combate!
Porque no está en el destino de un hombre escapar
a la muerte, aunque venga de dioses su linaje.
A menudo rehúye alguno el combate y el sonar de los venablos,
y se pone a cubierto, pero en casa le aguarda, fatal, la muerte.
Mas ése no será recordado ni amado por el pueblo,
mientras que al otro, si cae, lo lloran tanto el grande como el chico
pues a toda gente afecta la nostalgia de un bravo
que supo morir. Y, si acaso pervive, rivaliza con los héroes,
porque a su paso admíranlo cual si fuera una torre en el muro;
hazañas acomete que valen por muchos, siendo él uno.