lunes, 22 de julio de 2013

Correspondencias, de Charles Baudelaire

Correspondances

La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.

Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.

II est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
— Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,

Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens.


Traducción de Ángel Romera

Natura es un templo donde vivientes pilares
dejan salir a veces una lengua confusa
y el hombre pasa entonces, entre bosques de símbolos
que lo observan con miradas familiares.

Como largos ecos de lejos entretejidos
en tenebrosa y profunda unidad,
tan vasta  como la noche y como la claridad,
colores, sonidos y perfumes corresponden. 

Hay perfumes frescos como carne de niño
dulces como el oboe, verdes como los prados
y otros corruptos, ricos y triunfantes

al ir una expansión de cosas infinitas
como ámbar, muscona, benjuí e incienso 
que cantan los raptos de espíritu y cuerpo.

Correspondencias

La Creación es un templo donde vivos pilares  
dejan surgir a veces unas voces oscuras;  
allí los hombres pasan a través de espesuras  
de símbolos que observan con ojos familiares.
  
Como confusos ecos que a lo lejos se ahogan  
en una tenebrosa y profunda unidad,  
vasta como la noche, como la claridad,  
perfumes y colores y sonidos dialogan.  
  
Y así hay perfumes frescos como recién nacidos,  
verdes como los prados, dulces como el oboe,  
y hay otros triunfadores, densos y corrompidos,

todos de una expansión infinita movidos, 
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,  
que cantan los transportes del alma y los sentidos.

Traducción de Raúl Gustavo Aguirre

viernes, 19 de julio de 2013

La tumba de Edgar Poe, de Mallarmé

Le tombeau d’Edgar Poe

Tel qu’en Lui-même enfin l’éternité le change,
le Poète suscite avec un glaive nu
son siècle épouvanté de n’avoir pas connu
que la mort triomphait dans cette voix étrange !

Eux, comme un vil sursaut d’hydre oyant jadis l’ange
donner un sens plus pur aux mots de la tribu
proclamèrent très haut le sortilège bu
dans le flot sans honneur de quelque noir mélange.

Du sol et de la nue hostiles, ô grief !
Si notre idée avec ne sculpte un bas-relief
dont la tombe de Poe éblouissante s’orne

calme bloc ici-bas chu d’un désastre obscur,
que ce granit du moins montre à jamais sa borne
aux noirs vols du Blasphème épars dans le futur.

LA TUMBA DE EDGAR POE

Como la eternidad lo transforma en Sí mismo
el poeta se yergue con la desnuda espada
sobre un siglo aterrado por el que fue ignorada
la muerte que triunfaba en esa voz de abismo.

Vil sobresalto de hidra que al ángel oyó dar
al habla de la tribu un sentido más puro,
en voz alta anunciaron el bebido conjuro
de una negra mixtura en un innoble mar.

La tierra sea hostil, la nube nos repruebe,
si no esculpe con ellos nuestra idea un relieve
que la tumba de Poe de su belleza invista.

Mole calma caída de un cataclismo oscuro,
que este granito muestre para siempre su arista
a los vuelos de la Blasfemia en el futuro.

François Coppée, La mort des oiseaux


Le soir, au coin du feu, j'ai pensé bien des fois
A la mort d'un oiseau, quelque part, dans les bois.
Pendant les tristes jours de l'hiver monotone,
Les pauvres nids déserts, les nids qu'on abandonne,
se balancent au vent sur le ciel gris de fer.
Oh ! comme les oiseaux doivent mourir l'hiver !
Pourtant lorsque viendra le temps des violettes,
Nous ne trouverons pas leurs délicats squelettes
dans le gazon d'avril où nous irons courir.
Est-ce que les oiseaux se cachent, pour mourir ?


La muerte de los pájaros

(Traducción de Ángel Romera)

Esta noche, junto al fuego, pensé varias veces
en la muerte de un pájaro en alguna parte del bosque.
Durante los tristes días del monótono invierno,
los pobres nidos, desiertos, los nidos que se abandonan
se balancean al viento bajo un cielo gris de hierro.
¡Oh, cómo los pájaros deben morir el invierno!
Y, sin embargo, cuando acuda el tiempo de las violetas
no hallaremos sus delicados esqueletos
en el césped de abril donde nos encontraremos.
¿Es que los pájaros se esconden para morir?

Le ciel est par-dessus le toit, de Paul Verlaine, y una traducción.


Le ciel est par-dessus le toit

Le ciel est, par-dessus le toit,
Si bleu, si calme !
Un arbre, par-dessus le toit,
Berce sa palme.

La cloche, dans le ciel qu'on voit,
Doucement tinte.
Un oiseau sur l'arbre qu'on voit
Chante sa plainte.

Mon Dieu, mon Dieu, la vie est là
Simple et tranquille.
Cette paisible rumeur-là
Vient de la ville.

Qu'as-tu fait, ô toi que voilà
Pleurant sans cesse,
Dis, qu'as-tu fait, toi que voilà,
De ta jeunesse ?

(Traducción fracasada de Ángel Romera)

El cielo está sobre tu techo
tan azul, tan calmo...
y el árbol sobre él
mece su fronda.

Se ve la campana celeste:
dulce tentea;
se ve el pájaro en el árbol:
canta y lamenta.

¡Dios mío, Dios mío, la vida allí
es simple y plácida,
y la serena canción
llega del pueblo!

¿Qué hiciste tú que ya
llorando estás?
Dime ya ¿qué hiciste
con tu mocedad?

Brisa marina de Stephane Mallarmé y dos traducciones


Brise Marine

La chair est triste, hélas! et j'ai lu tous les livres. 
Fuir! là-bas fuir! Je sens que des oiseaux sont ivres 
D'être parmi l'écume inconnue et les cieux! 
Rien, ni les vieux jardins reflétés par les yeux 
Ne retiendra ce coeur qui dans la mer se trempe 
O nuits! ni la clarté déserte de ma lampe 
Sur le vide papier que la blancheur défend 
Et ni la jeune femme allaitant son enfant. 
Je partirai! Steamer balançant ta mâture, 
Lève l'ancre pour une exotique nature! 
Un Ennui, désolé par les cruels espoirs, 
Croit encore à l'adieu suprême des mouchoirs! 
Et, peut-être, les mâts, invitant les orages 
Sont-ils de ceux qu'un vent penche sur les naufrages 
Perdus, sans mâts, sans mâts, ni fertiles îlots... 
Mais, ô mon coeur, entends le chant des matelots!


(Traducción de Ángel Romera)

BRISA MARINA

La carne es triste ¡ay! y todo está leído.
¿Huir y huir ahí? ¡Siento aves ebrias
por tanto volar entre espumosa incógnita y cielos!
Nada, ni viejos jardines que los ojos reflejan,
retendrá un corazón ya en el mar sumergido.
¡Oh, noches! ¡Ni claridad que abandone mi lámpara
sobre el vacuo papel cuyo blancor impide,
ni joven madre que ofrezca lactar a su hijo!
¡Me iré! ¡Vapor que balanceas tu arboladura,
leva el ancla hacia tan extraña natura!
¡Una Apatía desolada de esperanzas mendaces
cree aún un adiós de pañuelo supremo!
¡Aunque quizá los mástiles, que invitan tempestades,
sean los que un viento tiende sobre tantos naufragios
sin mástiles perdidos, sin mástiles, ni ínsulas fértiles!
¡Con todo, corazón mío, escuchas ahora el cantar del marinero!


(traducción anónima)


BRISA MARINA

La carne es triste, ¡ay! y todo lo he leído.
¡Huir! ¡Huir ahí! ¡Siento que los pájaros están ebrios
De estar entre la espuma desconocida y los cielos!
Nada, ni los viejos jardines reflejados por los ojos,
Retendrá ese corazón que en el mar se cala
¡Oh noches! ni la claridad desierta de mi lámpara
Sobre el papel vacío que la blancura defiende
Ni la joven mujer amamantando a su hijo.
¡Me iré! ¡Velero meciendo tu arboladura,
Levanta el ancla hacia una exótica naturaleza!

¡Una Desidia, desolada por crueles esperanzas,
Cree aún al supremo adiós de los pañuelos!
Y, quizás, los mástiles, invitando a las tormentas
Son los que un viento inclina sobre los naufragios
Perdidos, sin mástiles, sin mástiles, ni islas fértiles...
¡Pero, oh corazón mío, escucha el canto de los marineros!