miércoles, 24 de febrero de 2021

Dos poemas de Joaquín Sabina

 I


Brindo por las guitarras despeinadas,

por los adúlteros sin indulgencia,

por los pecados contra la prudencia,

por los escombros de la madrugada.


II


Brindo por los abuelos sin medallas

que no cuentan batallas a sus nietos,

por las abuelas que zurcen y callan,

por la acuarela, el thriller, el soneto.


III


Brindo por Medellín, por Guanajuato,

Isla Negra, Macondo, Guatemala,

Región, Santa María, Chiapas, Comala,

la rumba, el son, la cumbia, el vallenato.


IV


Hoy brindo por los sabios despistados,

los parados, los santos inocentes,

los que luchan con uñas y con dientes

los que se rinden, los desconsolados.


V


Brindo por los yogures caducados,

por los pecados que cometería,

por la alegría del desesperado,

por los premiados con la lotería.


VI


Brindo por los amores clandestinos,

por el sudor con uñas y con dientes,

por los fans de al pan pan y al vino vino,

por el tímido, el raro, el impotente.


VII


Brindo por los pecados veniales,

por el orgullo de los vagabundos,

por la morfina de los moribundos,

por el idioma de los animales.


VIII


Brindo por la memoria sin olvido,

por la lluvia que empapa a los amantes,

por las alas del pájaro sin nido,

por los heridos, por los caminantes.


IX

Brindo por el negrito sin patera

por la sangre torera de Morante

por el grito del blues de la frontera

por los mares del sur, por el Levante.


X

Brindo por los que brindan con cualquiera

que tenga un corazón noble y caliente,

por las fatigas de la buena gente,

por el swing que derrochan tus caderas.


Joaquín Sabina


Hace tiempo que no me hago caso,

hace tiempo que olvido que atraso,

que paso de mí.

Hace tiempo que no pido nada,

hace tiempo que la madrugada

no da más de sí.


Hace tiempo que mengua mi renta,

que cuadran las cuentas

de la soledad.

Hace tiempo que no me hago trampas,

hace tiempo que nieva, que escampa,

que vuelve a nevar.


Hace tiempo tiempo que el tiempo se esfuma,

hace tiempo que nadie perfuma

mi vieja canción.

Hace tiempo que el sol tiene pecas,

hace tiempo que las discotecas

no tienen razón.


Hace tiempo que no me acaloro,

hace tiempo que el tiempo, que es oro

no cura el dolor.

Hace tiempo que todo es mentira,

hace tiempo que el mundo no gira

a mi alrededor.


Hace tiempo que bajo la cuesta,

que pierdo la apuesta

contra el porvenir.

Hace tiempo que sueño despierto,

que se muere de sed un desierto

delante de mí.