Las Enseñanzas de Ptahhotep
El comienzo de las enseñanzas de lo que hizo el heredero, príncipe, padre divino, amado del dios, juez de los seis grandes tribunales, boca que ejerce la paz en la tierra entera, supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep, bajo la majestad del rey del Alto y Bajo Egipto Isesi ¡que viva eternamente y por siempre!
El supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep dice: '¡Oh soberano, mi señor! Habiendo llegado la vejez, la senilidad descendió, la debilidad vino y la incapacidad se renueva, aquel que pasa la noche libre de ella se encuentra en la infancia cada día, los ojos están débiles, los oídos ensordecidos, las fuerzas físicas se pierden a causa del cansancio de mi corazón, la boca, callada, no habla, la memoria perdida no recuerda el ayer, el esqueleto se dañó a causa de la longevidad, lo que era bueno se ha convertido en malo y todo el gusto se perdió, lo que hace la senilidad al hombre es malo desde todos los puntos de vista, las narices bloqueadas no respiran, es penoso vivir.
Haz que se ordene para este humilde servidor, crear un sostén de vejez y se permita que mi hijo se sitúe en mi lugar. En ese caso le diría las palabras de los jueces y los consejos de los antepasados que obedecieron a los dioses con anterioridad. Entonces se actuaría contigo del mismo modo, la necesidad sería eliminada en el pueblo y te servirían los dos bancales de arena’.
Seguidamente la majestad de este dios dijo: ‘Instrúyelo, pues, de acuerdo a las palabras de los tiempos antiguos antes de que te asientes, de ese modo servirá como modelo para los hijos de los grandes. Que penetre en él el entendimiento y toda la sinceridad de aquel que le habla, pues no hay nadie que haya nacido sabio.
El comienzo de los preceptos de las hermosas palabras que dijo el heredero, príncipe, padre divino, amado del dios, hijo primogénito del rey de su propio cuerpo, juez de los seis grandes tribunales, la boca que ejerce la paz en la tierra entera, el supervisor de la ciudad y visir Ptahhotep, en la instrucción de los ignorantes de acuerdo al conocimiento y al método correcto de las hermosas palabras como una cosa beneficiosa para quien escuche y como algo perjudicial para quien lo desobedezca. Seguidamente dijo a su hijo Ptahhotep, el joven:
Máxima 1 De la humildad y el descubrimiento de la palabra perfecta
No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres un sabio. Toma consejo del ignorante de la misma forma que del sabio, pues no se ha alcanzado el límite del arte, ni hay artesano que haya adquirido su perfección.
La palabra hermosa está más escondida que la piedra verde, pero puede encontrarse en mano de las sirvientas en las piedras de moler.
Máxima 2 Del arte de debatir con un superior
Si encuentras a un camorrista en su momento de acción, alguien que tiene autoridad, alguien más importante que tú, dobla tus manos, inclina tu espalda y no desates tu corazón contra él, pues no se te igualará. Empequeñeces a quien habla mal cuando no te opones a él en su momento de acción. Será señalado como un ignorante cualquiera después de que tu autocontrol igualara su superioridad.
Máxima 3 Del arte de debatir con un igual
Si encuentras un camorrista en su momento de acción igual a ti, que está a tu nivel, mediante el silencio haces que se manifieste tu virtud contra él cuando habla mal. Habrá mucha discusión por quienes escucharon [la disputa], pero tu buen nombre estará en la mente de los grandes.
Máxima 4 Del arte de debatir con un inferior
Si encuentras un camorrista en su momento de acción en un pobre hombre, que, ciertamente, no es igual a ti, no le oprimas de acuerdo a que es débil, déjalo solo y él mismo se castigará. No te dirijas a él para desahogarte ni satisfagas a aquel que está ante ti, pues quien lastima a un pobre hombre es un miserable. Se hará lo que está en tu pensamiento cuando lo derrotes por la desaprobación de los grandes.
Máxima 5 Del arte de ser un jefe respetando la regla
Si eres un líder que controla el destino de muchos, busca que todas las acciones [que realices] sean excelentes para que en tu gobierno no haya injusticia. La justicia es grande y su eficacia perdura. No ha sido alterada desde los tiempos de Osiris. Se castiga a quien transgrede las leyes, pero esto escapa a la vista del codicioso. Es la infamia la que toma las riquezas, pero nunca antes el mal ha conseguido amarrar su éxito. Dice: ‘Obtengo para mí mismo’, pero no dice: ‘Obtengo por mi trabajo’. Al llegar el final, la justicia perdura y el hombre tiene que decir: ‘Era del dominio de mi padre’.
Máxima 6 De la vanidad de las maniobras humanas
No debes hacer proyectos contra la gente, que dios castiga del mismo modo. Un hombre dice ‘viviré de ellos’, cuando carece de pan a causa de su lenguaje. Un hombre dice ‘soy poderoso por su causa’, cuando también dice ‘mi talento obtiene para mí’. Un hombre dice ‘robaré a otro’ y acaba por entregarse a alguien que no conoció. Las maquinaciones que la gente realizó antes jamás se han mantenido, pues lo que ocurre es lo que ordenan los dioses. Piensa en vivir en paz, pues lo que ellos otorgan vendrá por sí mismo.
Máxima 7 De las maneras en la mesa
Si eres un huésped en la mesa de alguien más importante que tú, acepta aquello que él ha permitido que sea colocado ante tus narices; no mires lo que está delante de él. Debes mirar hacia lo que está ante ti, pero no claves la vista en ello con numerosas ojeadas, pues arrojarse en ello es lo que aborrece el ka. No le hables hasta que te llame, pues uno no conoce lo que le desagrada. Deberás hablar cuando se dirija a ti y lo que digas debe de ser agradable. Reirás después que él ría y le será muy complaciente. En cuanto al grande, si está delante de las viandas, el comportamiento debe ser de acuerdo a lo que su ka ordene y él dará a quien quiera favorecer. Esta es la costumbre de una velada consumada. Es el ka el que alarga sus manos, el grande da, a causa de que el hombre lo merece. Las viandas se comen bajo consejo del dios y será un ignorante aquel que se queje por ello.
Máxima 8 Del respeto a la misión confiada
Si eres un hombre de confianza que un grande envía a otro grande, se completamente preciso cuando te envíe, hazle el recado como ha dicho, guárdate de las calumnias en el lenguaje que puedan crear la hostilidad de un grande hacia otro grande, observa la verdad y no la traspases, que no se revele, ciertamente, el desahogo del corazón. No omitas lo que se te ha dicho, cuida de olvidarte. No calumnies a nadie sea grande o pequeño. Es lo que abomina el ka.
Máxima 9 Del necesario silencio del rico y de la felicidad de los que no tienen hijos
Si cultivas lo que crece en el campo y dios te lo pone abundantemente en tu mano, no presumas cerca de tus vecinos, pues el respeto que se tiene al callado es grande. Si un hombre de reputación es rico, [es porque] captura como un cocodrilo en la corte de magistrados. No reclames a quien no tiene hijos suyos ni te burles con exageración de ello. Es frecuente que haya un padre con preocupación y que una madre que haya dado a luz, otra esté más satisfecha que ella. Aquel que está solo hace prosperar a dios, pero, aquel que tiene familia, ella desea que él la sirva.
Máxima 10 De la necesidad de poner la confianza en un ser de cualidades
Si eres un hombre humilde que sirve a alguien importante, toda tu conducta debe ser buena ante dios. No hagas conocer su bajo estado anterior. No debes ser arrogante con él por lo que has conocido de él con anterioridad. Respétalo de acuerdo a lo que ha llegado a ser que, ciertamente, las cosas no vienen por sí mismas. Es su ley para aquel a quien ellos aman. En cuanto a la opulencia, fue amasada por él mismo. Es dios quien ha creado su virtud y le ampara cuando está dormido.
Máxima 11 De la necesidad de seguir al corazón y no malgastar su energía
Sigue a tu deseo durante el tiempo que vivas, pero no hagas más que lo que sea requerido. No reduzcas el tiempo de seguir al deseo, pues lo que abomina el ka es destruir su tiempo. No apartes los asuntos del deber diario en un exceso de poner tu casa en orden. Las cosas vienen cuando el deseo persiste, y no se completarán cuando es perezoso.
Máxima 12 Del reconocimiento del buen hijo
Si eres un hombre virtuoso y engendras un hijo porque dios tuvo una buena disposición, si es recto, sigue tu ejemplo, obedece tus enseñanzas, su conducta es perfecta dentro de tu casa y cuida de tus cosas correctamente después de haber hecho todo lo que es bueno, es tu hijo, pertenece a lo que ha creado tu ka. No debes separar tu corazón de él. A veces, una progenie actúa como un adversario: si yerra, desobedece tus consejos, no aplica tus enseñanzas, su conducta es vil dentro de tu casa, después de desobedecer todo lo que se le dice, balbucea un lenguaje de palabras viles, no rinde cuentas y no hay nada en su mano, entonces tú lo rechazarás, que no es, ciertamente, hijo tuyo, que no ha sido, ciertamente, engendrado de ti; debes pagarlo con relación a todo su lenguaje, pues quien se arroja contra ti es como aquel a quien ellos odiaron, es aquel a quien se ordenó un impedimento desde el vientre, pues no hay ningún descarriado entre aquellos a quienes ellos guían. A quien ellos embarrancan no encuentra la forma de cruzar.
Máxima 13 De la actitud correcta en la corte de justicia
Si estás en la corte de justicia, adopta una actitud de acuerdo a tu rango el que te fue asignado el primer día; no lo traspases, pues habría una advertencia. La vista para aquel que entra anunciado es aguda y las perspectivas de aquel que ha sido llamado son anchas. La corte de justicia funciona de acuerdo a las normas y todas las decisiones deben estar de acuerdo con la regla. Es dios quien promueve la posición pues no se ha instalado a quien ha recibido ayuda.
Máxima 14 Del corazón que rinde felicidad
Si estás con el pueblo procúrate servidores de confianza. Un hombre de confianza, [bueno para tu nombre] que no descargue el lenguaje de su cuerpo, él mismo llegará a ser un responsable; se le temerá en proporción a su respeto. ¿Es un hombre rico por su plan?
Tu nombre será afamado sin que tengas que hablar, tu cuerpo estará suministrado y tu cara, vuelta hacia tu gente. Se te reconocerá por aquel que no conoce de ti. El corazón del que obedece a su cuerpo coloca su impopularidad en lugar de su amor, quedando su corazón desolado y su cuerpo sin unción, cargando lo que su deseo hizo contra él. La generosidad es para aquellos a quien dios la otorga, pero quien obedece a su cuerpo, pertenece al enemigo.
Máxima 15 Del arte de comunicar
Informa de tu proceder sin ser inconsciente y da tu consejo en la cámara conciliar de tu señor. En cuanto a alguien fluido en su lenguaje, no le será difícil al mensajero informar. No será respondido: ‘¿Qué?, yo quiero conocerlo. En lo concerniente al grande, es un error si piensa en castigarlo por ello, pues él calla diciendo: ‘He hablado’.
Máxima 16 Del arte de gobernar
Si eres un líder cuyos planes viajan libremente según lo que has ordenado, debes hacer cosas meditadas, que se las mencione los días que vengan después. Que no sobrevenga ningún asunto en medio de favores, pues si el cocodrilo emerge se produce la reprobación. Retorna, ciertamente, a las ocupaciones.
Máxima 17 De la necesidad de escuchar las peticiones
Si eres un líder, cálmate cuando escuches la palabra de un peticionario, no lo despaches hasta que se haya descargado de lo que había pensado decirte. La víctima del mal desea desahogarse más que se realice aquello por lo que ha venido. Él es quien se alegrará por ello más que cualquier otro suplicante, más que lo que pueda realizarse de aquello que se escuchó con anterioridad. En cuanto a quien provoca el rechazo de las peticiones, se dice de él: ‘¿Por qué motivo, ciertamente, las rechaza? Aunque no exista nada por lo que él reclamó en las cosas que acontecerán, quien es escuchado bien es quien se siente aliviado.
Máxima 18 Del peligro de la seducción
Si deseas preservar la amistad dentro de la casa en la que entras, ya sea como un señor, como un hermano o como un amigo, en cualquier estado en el que entras, guárdate de acercarte a las mujeres, pues no es bueno el lugar en el que se hace. No está bien visto señalarlas. Miles de hombres se desvían de lo que es beneficioso para ellos. Uno se engaña con un cuerpo de porcelana, que, luego, se transforma en carnelina. Un pequeño momento de frivolidad es como un sueño, pero se alcanza la muerte conociéndolo en aquel que fue ligero de carácter. [. . . . .] un hombre sobre mil cosas. No es beneficioso en el actuar. Arrojarse al enemigo es una vil acción.
Cuando se sale habiéndolo hecho, el corazón lo rechaza. No lo hagas, es, ciertamente, una abominación, pues debes evitar la tentación de cada día. En cuanto a quien se siente apenado por codiciarlas ningún plan de su mano tendrá éxito.
Máxima 19 De la codicia, mal incurable
Si deseas que tu proceder sea bueno, apártate de cualquier mal y guárdate de cualquier ocasión de codicia. Es la enfermedad severa de un incurable y no existe quien pueda intimar en ella. Habiendo destrozado a los padres, a las madres y a los hermanos de la madre, hace amargar a los amigos dulces, aleja al íntimo más que al señor, y separa a la mujer y al marido. Es una acumulación de todas las cosas malas; es un saco de todo lo que es aborrecido. Un hombre perdura cuando usa acertadamente la justicia. Aquel que camina por sus huellas, hace fortuna por ello, pero no existe la tumba del avaricioso.
Máxima 20 De la justa actitud con la posesión
No seas ávido en los repartos, ni codicioso más que con tus pertenencias, ni ávido con tus parientes. La demanda de alguien gentil es más importante que la del enérgico. Quien sale de la tutela de sus familiares está en la escasez careciendo de los recursos de las palabras. Es un poco de aquello por lo que se es avaro lo que hace transformar al colérico en amigable.
Máxima 21 Del amor y respeto debido a la esposa
Si tú eres alguien excelente, debes fundar tu casa y amar a tu mujer dentro de la norma. Llena su cuerpo y viste su espalda. El aceite es el remedio de su cuerpo. Conténtala durante el tiempo que vivas. Son los campos útiles para su señor. No debes juzgarla. Apártala del poder, ahuyéntala. Su ojo cuando mira es su tormenta y se preocupa por las cosas que te ocurren. Resulta que así se mantiene en tu casa. Puedes repudiarla, pero es el agua, la vagina, si se la deja a sus anchas. ¡Como va a ser repudiada después de crear un canal!.
Máxima 22 De la necesidad de satisfacer a los familiares
Contenta a tus íntimos con lo que te ocurra, pues solo sobrevienen [las cosas] a aquel a quien dios favorece. En cuanto a aquel que evita contentar a sus íntimos se dice: ‘Es un ka egoísta’. No se puede conocer lo que va a ocurrir cuando él planea el mañana. El ka de una persona recta que se reconforta con él es un buen ka. No existe plan preconcebido cuando él planea por la mañana. Si ocurren acciones favorables, son los íntimos quienes dicen: ‘Enhorabuena’. Si no se ha traído la satisfacción en la ciudad, se echa mano de los íntimos cuando hay necesidad.
Máxima 23 Del rechazo del rumor
No debes repetir una calumnia y no debes escucharla siquiera, pues sale del acaloramiento del cuerpo. Relata la acción vista y no escuches. Si es algo despreciable, no digas nada en absoluto. Mira, que quien está frente a ti, reconoce la virtud. Cuando se ordena un robo y se realiza, el odio se volverá contra quien lo sustrae del mismo modo que la ley. La calumnia es una forma de sueño. Mira, es la destrucción de un sueño por el que uno tiene que cubrirse.
Máxima 24 Del buen uso de la palabra
Si tú eres un hombre excelente que se sienta en el consejo de su señor, debes concentrarte en la virtud. Tu silencio, es más útil que la charla. Debes hablar después de conocer que puedes aportar soluciones, pues es el experto quien debe hablar en el consejo. Hablar es el más difícil de todos los trabajos. Es quien lo investiga quien lo coloca bajo su autoridad.
Máxima 25 Del verdadero poder y del dominio de sí mismo
Si tú eres poderoso, debes hacer que se te respete por el conocimiento, por la amabilidad de la oratoria, por órdenes consideradas pero no por otras circunstancias. Quien provoca, entra en el mal. No seas altanero para no ser humillado. No calles, pero guárdate de reñir. Cuando respondas a quien habla con cólera, aparta tu cara, contrólate. La llama que enardece el corazón, él debe sofocarla, pero si es un hombre agradable quien pisa, su camino es construido. Aquel que está agitado durante todo el día, no podrá pasar un momento feliz. Quien es frívolo todo el día, no podrá fundar una casa. Quien desperdicia la plenitud, es como quien gobierna un remo abandonado en la tierra estando el otro sujeto. Aquel que obedece su deseo dirá: ‘¡Ojalá . . .!
Máxima 26 De la justa utilización de la energía
No te opongas al momento de actuación de un grande, ni enojes el corazón de aquel que está agobiado. Su desgracia se vuelve contra quien lo cuestiona y el ka se libera de aquel que lo ama. Éste es quien da el alimento junto con dios. Aquello que desea, se le hará. La cara se vuelve contra ti después de la cólera. La paz está en tu ka y la desgracia en tu enemigo. Lo que cultiva el amor son las buenas intenciones.
Máxima 27 De la energía de un grande
Instruye a un grande de acuerdo a lo que le es útil y se proporcionará su ayuda delante de la gente. Si haces que su sabiduría influya sobre su señor tu sustento estará bajo su ka, el cuerpo del que es amado estará satisfecho y tu espalda se vestirá por ello. Sobre ti está su ayuda, para la vida de tu casa ante el noble que tú amas. Él es quien vive portándola y actúa, también, como un buen hombro en ti. Además, este amor tuyo perdurará en el cuerpo de aquellos que te aman. Mira, quien desea escuchar es un ka.
Máxima 28 De la necesidad de imparcialidad
Si actúas como un biennacido del consejo de magistrados, como un mensajero que satisface a muchos, protege la imparcialidad [?] de los derechos [?]. Si hablases, no tomes partido; cuida de que diga su acusación: ¡Oficiales, él distorsiona el asunto! Dirige tu acción a las dos opiniones.
Máxima 29 De la indulgencia
Si eres indulgente con los asuntos que ocurrieron y piensas favorecer a un hombre por su rectitud, aléjate de él y no lo menciones, ya que callará para ti desde el primer día. En cuanto a quien ha sido castigado, pero no por las cosas que se han hecho, se logra que esta queja se convierta en provocación.
Máxima 30 Del necesario desapego de los bienes materiales
Si logras ser alguien importante después de haber tenido un bajo estado social, y lograste bienes después de la indigencia anterior en una ciudad que conoces, no lamentes lo que fuiste con anterioridad ni te confíes de tu riqueza que conseguiste por un don de dios, no sea que estés detrás de otro semejante a ti, a quien le haya ocurrido algo parecido. Guárdate de que tu parcialidad no vaya allí y no trunques tu nombre ante los oficiales antes de que hayas hablado en su presencia.
Máxima 31 De la buena actitud hacia un superior y el vecino
Inclina tu espalda a tu superior y a tu supervisor de la casa real, así tu casa permanecerá con sus bienes y tu recompensa estará en su lugar. El hombre que se enfrenta a un superior es un miserable, pues uno vive durante el tiempo que dura su clemencia. No se puede doblar el brazo de aquel que lo va a descubrir. No robes la casa de los vecinos ni sustraigas las cosas de los que están cerca de ti, pues no es bueno para quien lo hace, él no debe hacer una acusación contra ti hasta que tú hayas sido escuchado. Una persona falta de corazón es recalcitrante. En cuanto a quien lo reconoce, será considerado un agresor - es el problema de quien se enfrenta con el entorno.
Máxima 32 De la necesidad de evitar el vicio sexual
No debes copular con un mujer-niño después de conocer que se opone al agua en su corazón, pues lo que está en su cuerpo no se calmará. Él no debe pasar la noche para realizar lo que es reprobable; no será callado de [. . . . .] Se refrescará después que haya colmado su deseo.
Máxima 33 De como probar a un amigo y conocer su naturaleza
Si investigas la reputación de un amigo, no preguntes a quien esté próximo a él. Trata los asuntos con él solo, hasta que no tengas problemas con sus cosas. Discute con él después de un tiempo y prueba su corazón en la conversación. Si lo que él ha visto sale de motu propio, y realiza acciones por las que te puedas disgustar, se amigable con él, no desvíes la cara. Sé prudente en descubrirle los problemas, y no respondas con acciones hostiles, ni te separes de él, ni lo maltrates. Guárdate de reprocharle, pues su tiempo no ha venido en el pasado, y de lo que se le predestinó, nadie escapa.
Máxima 34 De la necesidad de benevolencia
Sé benevolente el tiempo que vivas. En cuanto a lo que sale del almacén, no vuelve. Es el pan que se reparte aquel por el que se codicia, pues quien tiene vacío su cuerpo es un acusador y de un oponente surge el agresor. No lo hagas contra quien está cerca de ti. La gentileza es el recuerdo de un hombre para los años que vengan después de la autoridad.
Máxima 35 De la necesidad de un carácter lúcido, firme y cabal
Conoce bien a tus asistentes y subsistirán tus cosas. No envilezcas tu carácter hacia tus amigos; son un campo cuando está inundado. Es más grande que sus riquezas. Las cosas de uno son para el otro. El carácter de un biennacido es beneficioso para él, la buena disposición será un recuerdo.
Máxima 36 De la necesidad de castigar y combatir el mal
Oponte con firmeza y corrige todo; la supresión del mal será un ejemplo. En cuanto a una actuación que no es proporcional se logra que la queja se convierta en provocación.
Máxima 37 De la ventura de casarse con una mujer alegre
Si tomas esposa, en una ‘shepenet’ frívola, a quien conocen sus conciudadanos, y es voluble, haz agradable para ella el tiempo. No la repudies y permite que coma. La frivolidad organiza [. . . . .]
Epílogo 1
Máxima 38 De la transmisión de la sabiduría, el conocimiento y la rectitud
Si escuchas esto que te he dicho, todos tus asuntos irán hacia delante. En cuanto a su veracidad, este es su valor. Su recuerdo saldrá de la boca de la gente por la bondad de sus preceptos. Que se transmitan todas las palabras por la excelencia de sus preceptos [. . . . .] y no perecerán en esta tierra nunca. Cuando los consejos se realizan para el bien, los cortesanos hablarán de acuerdo a ellos. Esta es la enseñanza de un hombre para hablar a la posteridad. Si él la escucha se convierte en un experto que es escuchado. Es bueno hablar a la posteridad y ella escuchará. Si viene una buena acción de la mano de un superior, será eficaz siempre y toda su sabiduría será eterna. Es el sabio quien socorre a su alma estableciendo su perfección por ella sobre la tierra. Un sabio es reconocido por lo que conoció y un cortesano, por sus buenas acciones. Su corazón equilibra su lengua, sus labios son precisos cuando habla, sus ojos miran y sus oídos se complacen escuchando lo que es útil para su hijo. Quien practica la justicia, carece de falsedad. [. . . . .] ciertamente para ti, hijo mío.
Epílogo 2
Máxima 39 De la necesidad de escuchar y entender
Es beneficioso escuchar para el hijo que escucha. El entendimiento penetra en quien escucha y quien escucha se transforma en un juez. Es bueno escuchar para que sea bueno hablar; quien escucha posee lo útil. Útil es escuchar para aquel que escucha. Escuchar es lo mejor de todo, llega a ser el amor perfecto. ¡Qué hermoso es que un hijo reciba el comentario de su padre después de haber llegado a ser un anciano por él! Quien escucha es aquel a quien dios ama, pues a quien dios aborrece no escucha. [. . . . .] todo lo dicho. Es el corazón quien educa a su dueño como alguien que escucha o como alguien que no escucha. La vida, prosperidad y salud de un hombre es su corazón. Es quien escucha, quien entiende el comentario, quien desea escuchar es quien hace lo que se dice. Aborrece [. . . . .] ¡Qué hermoso es que escuche el hijo a su padre! ¡Qué alegre está aquel para quien se ha dicho esto! Un hijo es agradable como poseedor de la capacidad de escuchar; quien escucha lo que se le dice es excelente interiormente y un venerable ante su padre. Su recuerdo está en boca de los vivientes, quienes están sobre la tierra y quienes estarán.
Epílogo 3
Máxima 40 Del hijo
Si un biennacido recibe el comentario de su padre, ninguno de sus planes va por mal camino. Debes instruir en tu hijo a alguien que escucha, quien será excelente en el corazón de los cortesanos, quien conducirá su lenguaje según se le ha dicho, quien será visto como alguien entendido. Un hijo es excelente si sus movimientos son reflexivos; mientras que el error penetra a aquel que no escucha. Un sabio madruga para fortificarse, mientras un ignorante es falto de consideración.
Epílogo 4
Máxima 41 Del ignorante
En cuanto al ignorante que no quiere escuchar, no podrá hacer cosa alguna. Verá el conocimiento en la ignorancia y lo que es útil como perjudicial. Hace todo lo que es aborrecido, de acuerdo a lo que enfada de él cada día. Vive de aquello por lo que se muere; deformar el lenguaje es su sustento. Su carácter está por ello en el conocimiento de los oficiales, diciendo: ‘muere un viviente’ cada día. Se pasa en sus acciones por la gran abundancia de malos actos causados por él diariamente.
Epílogo 5
Máxima 42 De los deberes y el destino del hijo
El hijo que escucha es un seguidor de Horus. Será bueno para él después que escuchó, su vejez alcanzará el estado de venerable y podrá recitar lo mismo a sus hijos como aquel que renueva la enseñanza de su padre. Cada hombre es instruido de como debe actuar y lo relata a sus hijos. Entonces dirá a sus hijos: ‘Da buen ejemplo y no ofendas, así la justicia hará florecer la vida de tus hijos’. En cuanto al primero que venga trayendo el mal, los hombres dirán lo que ven: ‘Éste es, ciertamente, igual que ese’; y se dirá de aquellos que escuchen: ‘Ése es, ciertamente, como aquel, también’. Que vean todos que ellos son quienes pacifican a la multitud y que sin ellos, no se sacará beneficio.
Epílogo 6
Máxima 43 De la palabra justa
No digas una cosa y luego, otra, ni coloques una cosa en lugar de otra. Su lugar está dentro de ti. Guárdate de romper el cordaje en ti.Ten cuidado de acuerdo a lo que dice un sabio: ‘Escucha, pues, si deseas mantenerte en boca de los que entienden; deberás hablar después de haber profundizado en los asuntos del maestro’. Si hablas a la perfección, todos tus asuntos estarán en su lugar.
Epílogo 7
Máxima 44 De la palabra justa
Suprime tu deseo y controla tu boca, serás considerado entre los cortesanos. Testifica correctamente ante tu señor. Actúa para que se le diga: ‘Es el hijo de aquel’ y hasta que quienes lo escuchen digan: ‘Que sea favorecido, ahora, aquel por quien ha sido engendrado’. Debes ser paciente durante el tiempo que hables y debes decir cosas relevantes, entonces los oficiales que escuchen dirán: ‘¡Que hermoso es lo que sale de su boca!’.
Epílogo 8
Máxima 45 De la necesaria rectitud de un hijo
Actúa de acuerdo a lo que tu señor pueda decir de ti. ¡Qué bueno es aquel a quien ha enseñado su padre después de salir fuera de su cuerpo! Le dijo todo cuando aún estaba en su cuerpo, pero lo que hizo es más grande que lo que se le dijo. Mira, un hijo bueno que da dios es quien excede lo que se le ha dicho por su señor. Él practica la justicia después que su corazón actuó de acuerdo a sus movimientos, así que me sucedas quedando tu cuerpo próspero.
Conclusión
El rey quedó satisfecho con todo lo que había ocurrido: ¡Qué obtengas muchos años de vida!. Lo que he realizado sobre la tierra, no disminuirá. Después de pasar 110 años de vida, de la que me da el rey, mis favores sobrepasaron a los de los antepasados, por realizar la justicia para el rey hasta el estado de venerable. Esto significa que acabó; desde su comienzo hasta su final es como fue encontrado en el libro.