EN ESPARTA DESPUÉS
DE LEUCTRA TRISTE
A Amalia
En Esparta después de Leuctra triste
esconderme no pude. La mirada
del valor descubría mi miseria.
Y o abandoné mi escudo en Leuctra triste.
Me desprecian las madres y los viejos.
Yo abandoné mi escudo. Soy el triste.
Aunque me beses y cantemos juntos
y con valor poemas de Tirteo
nada seré, ni el humo, ni la nada
del cadáver no sido en Leuctra triste
De Europa