Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
y, apenado por no poder tomar los dos
siendo un único viajero, largo tiempo estuve en pie
oteando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura;
entonces tomé el otro cabalmente
entonces tomé el otro cabalmente
habiendo elegido quizás con justeza,
pues era breñoso y requería uso;
aunque, en cuanto a lo que vi allí,
hubiese elegido de los dos cualquiera.
Y ambos esa mañana yacían igual,
Y ambos esa mañana yacían igual,
¡oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que todo va para adelante,
dudé si debía haber vuelto sobre mis pasos.
(Debo estar diciendo esto con un suspiro
(Debo estar diciendo esto con un suspiro
de aquí a la eternidad)
Dos caminos divergían en un bosque, y yo,
yo, tomé el menos frecuentado,
y eso hizo toda la diferencia.
1 comentario:
Anda que no hay plagios por ahi de Robert Frost, encima como si fueran propios....acabo de ver uno antes.....yo tb tome el camino menos transitado, en él estoy, pero no me arrepiento ;)
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