sábado, 20 de septiembre de 2008

Si, de Kipling

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.

Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera.
Si engañado, no engañas.
Si no buscas más odio, que el odio que te tengan.
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres.

Si al hablar no exageras, lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si alcanzas el triunfo o llega tu derrota,
y a los dos impostores les tratas de igual forma.

Si logras que se sepa la verdad que has hablado,
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.

Si arriesgas de un golpe y lleno de alegría,
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea,
sin decir nada a nadie lo que eres, ni lo que eras.

Si logras que los nervios y el corazón te asistan,
aun después de su fuga, en tu cuerpo en fatiga,
y se agarren contigo, cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.

Si hablas con el pueblo, y guardas la virtud.
Si marchas junto a reyes, con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.

Si llenas el minuto inolvidable y cierto,
de sesenta segundos que te llevan al cielo.
Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,
y mucho más aún ...

¡Serás un hombre, hijo mío !

1 comentario:

Román dijo...

Un hombre hay entre mil, Salomón dice,
que os será más amigo que un hermano.
¡Vale la pena que se gaste el tiempo
en el tenaz empeño de encontrarlo!

Entre mil hombres, todos menos uno
te verán cual el mundo te ha juzgado
mas uno entre los mil será tu amigo
aunque tengas al mundo por contrario.

Por mucho que ofreciers o impetrares,
da por seguro que te habrán juzgado,
de entre mil hombres, todos menos uno
por tu porte, tus glorias o tus actos

Mas si encuentras al que ha de ser tu amigo,
así el mundo se os vuelva contra ambos,
es uno entre los mil en cualquier agua
contigo se irá al fondo o será salvo.

Podrás usar su bolsa sin vergüenza
y él la tuya usará para sus gastos,
y lo mencionareis sin que nunca
hableis de devolveros lo prestado.

Entre mil hombres todos menos uno
solo con plata y oro hacen sus tratos,
mas uno entre los mil su confianza
te da, y tú afecto que es metal más caro.

La razón que tú tienes es la suya
el agravio que tienes es su agravio
y serás ante todo por tu amigo,
con justicia o sin ella, respaldado

Entre mil hombres, todos menos uno
dejarante en la afrenta o el sarcasmo
mas uno entre los mil irá contigo
hasta el pié, y mas allá, de tu cadalso.

(Rudyard Kipling traducido por Borges)