lunes, 30 de abril de 2012

Dos poemas de Luis Alberto de Cuenca


Hola, mi amor...

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para oírte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para verte mejor.
Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para oirte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.

Si con tus garras
me quisieras abrazar
si con tus dientes
me quisieras tú besar.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para hablarte mejor.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
quiero tenerte cerca
para olerte mejor.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero tenerte cerca
para hablarte mejor.

Yo, lo que quiero,
es tu cuerpo tan brutal
y lo que adoro
es tu fuerza de animal.

Si con tus garras
me quisieras abrazar
y con tus dientes
me quisieras tú besar.

Hola, mi amor,
yo soy el lobo,
te compraría un anillo,
un pastel, un collar.
Hola, mi amor,
soy yo, tu lobo,
quiero bailar contigo
un lindo rock´n´roll. (bis)

Yo sólo quiero
una noche sin final
en la que ambos
nos podamos devorar.
(Escucha la versión de la Orquesta Mondragón. Canta Gurruchaga)

LA MALTRATADATengo Sed. Me has quitado las praderas del norte,
regadas por arroyos de respeto y cariño.
Tengo frío. Te has ido con el sur de mi alcoba,
dejándome las huellas de tu hielo en mi cuerpo.
No sé qué hacer.
La vida me parece una tumba
donde me has enterrado viva, una oscuridad
irrespirable, un túnel sin salida, una muerte
prolongada, el vacío, la ausencia, el desamparo.
Me siento tan vencida por tu odio, tan débil,
tan aterrorizada y tan inexistente,
que no puedo llorar, ni llamar por teléfono
a mis padres (que acaso me dirían: “Aguanta,
que por algo naciste mujer”), ni hacerle señas
a la vecina desde la ventana.
Me quedo
acurrucada en un rincón del dormitorio
esperando que vuelvas y sigas arrasando
con gestos de desprecio, con golpes y con gritos
aquel campo de amor que cultivamos juntos.

No hay comentarios: