viernes, 24 de julio de 2015

Pedro Calderón, La existencia es alternancia de bien y mal

Pedro Calderón de la Barca

De El pastor Fido, III:

    Ya yo extrañaba, Amarili,
que los favores viniesen
sin que pisase su sombra
la huella de los desdenes.
    De males a bienes dicen
que se pasa fácilmente,
pero de males a males
digo yo que es más frecuente.
    Y así no me digas
que mudanzas pueden,
sin trocar la tuya,
mejorar mi suerte.
    ¿Qué importa que vea el otoño
de sus árboles pendientes
más frutos que hojas se ven,
si al invierno le previene
    con ceño arrugado
su mismo noviembre,
secas, las campañas,
y, hielo, las fuentes?
    ¿Qué importa que vea el invierno
en sus ateridas sienes
el aurora de las flores
que en el almendro amanece,
    si apenas rosado
capillo las prende
cuando en el instante
que nacen, fallecen?
    ¿Qué importa que de sus rosas 
los matices diferentes 
ciñan a la primavera 
la guirnalda de su frente, 
    si ya del estío 
la saña impaciente, 
a luces la embiste 
y a rayos la vence? 
    Y finalmente ¿qué importa 
que el estío ufano ostente 
montes de oro, si las nubes 
se los llevan donde quieren, 
    haciendo sus lluvias 
en veloz corriente
líquidos arroyos 
del montón más fértil? 
   Y así, cuando el año mires 
cómo el mal en bien convierte, 
mira el bien en mal; que todo 
cabe en su círculo breve 
    si le anda y desanda 
aquella serpiente, 
símbolo del año, 
que su cola muerde. 

No hay comentarios: