los duques e los condes, e los otros señores
gobiernan las sus tierras con los sus moradores, 935
que a do moraban ciento, fincan tres pobladores.
Cuando en otro tiempo los judíos pidieron
a Nuestro Señor rey, d'Él entonces oyeron
lo que después por fecho e por los ojos vieron:
si algo recabdaron en su pro, lo sintieron. 940
Este nombre de rey, de buen regir desciende
-quien ha buena ventura, bien así lo entiende-;
el que bien a su pueblo gobierna e defiende,
este es rey verdadero: tírese el otro dende.
De un padre e de una madre con ellos decendemos, 945
una naturaleza ellos e nos habemos,
de vivir e morir una ley tenemos,
salvo que obediencia de les tener debemos.
Quiera por su merced Dios bien les ayudar,
que puedan los sus pueblos regir e gobernar 950
con paz e con sosiego, que grant cuenta han de dar
a aquel Rey verdadero que la sabrá tomar.
Dios les guarde de guerras e de todo bollicio,
puedan bien responder a Dios de su oficio;
mas ¡mal pecado! andan todos fuera de quicio: 955
quien les dize el contrario no entiende qué es servicio.
Dios les dé buen consejo que lo quieran creer,
e puedan en sus tierras justicia mantener;
segunt que lo yo entiendo mucho es menester,
que veo los sus pueblos sospirar e gemer. 960
E Dios non menosprecia la pobre oración:
mas ante la rescibe e oye toda sazón:
quien humilmente l' ruega, e de buen corazón,
si justamente l' pide, oído es su sermón.
Los huérfanos e viudas, que Dios quiso guardar 965
en su grant encomienda, véoles vozes dar:
«¡Acórrenos, Señor: non podemos durar
los pechos e tributos que nos fazen pagar!»
De cada día veo asacar nuevos pechos
que demandan señores demás de sus derechos; 970
e, a tal estado son llegados ya los fechos,
que quien tenía trigo non le fallan afrechos.
Ayúntanse privados con los procuradores
de cibdades e villas; fazen repartidores
sobre los inocentes cuitados pecadores; 975
[¿no será lectio difficilior pechadores?]
luego que han acordado, llaman arrendadores.
Allí vienen judíos, que están aparejados
para beber la sangre de los pobres cuitados;
presentan sus escriptos, que tienen concertados,
e prometen sus joyas e dones a privados. 980
Perlados que sus eglesias debrían gobernar,
por cobdicia del mundo allí quieren morar
e ayudan revolver el regno a más andar,
como revuelven tordos un pobre palomar.
Allí fazen judíos el su repartimiento 985
sobre el pueblo que muere por mal defendimiento;
a ellos entre sí apartan medio cuento
que han de haber privados, cuál ochenta, cuál ciento.
E dizen los privados: «Servimos cada día
al rey: cuando yantamos es más de mediodía, 990
e velamos la noche, que es luenga e fría,
por concertar sus cuentas e la su atasmía.
E así sin conciencia, sin ningunt otro mal,
podemos nos sacar de aquí algunt cabdal,
ca dize el Evangelio e nuestro decretal 995
que digno es el obrero de levar su jornal».
Dizen luego al rey: «Por cierto vos tenedes
judíos servidores e merced les faredes,
ca vos pujan las rentas por cima las paredes;
otorgádgelas, Señor, que buen recabdo habredes». 1000
«Señor», dizen judíos, «servicio vos faremos:
tres cuentos más que antaño por ellas vos daremos
e buenos fiadores llanos vos prometemos,
con estas condiciones que scriptas vos traemos».
Aquellas condiciones, ¡Dios sabe cuáles son! 1005
para el pueblo mesquino negras como carbón.
«Señor», dizen privados, «faredes grant razón
de les dar estas rentas, encima gualardón».
Dize luego el rey: «A mí plaze de grado
de les fazer merced, que mucho han pujado 1010
hogaño las mis rentas»; e non cata el cuitado
que toda esta sangre sale del su costado.
Después d'aquesto llegan don Abrahan e don Simuel,
con sus dulces palabras que vos parecen miel,
luego que han acordado, llaman arrendadores.
Allí vienen judíos, que están aparejados
para beber la sangre de los pobres cuitados;
presentan sus escriptos, que tienen concertados,
e prometen sus joyas e dones a privados. 980
Perlados que sus eglesias debrían gobernar,
por cobdicia del mundo allí quieren morar
e ayudan revolver el regno a más andar,
como revuelven tordos un pobre palomar.
Allí fazen judíos el su repartimiento 985
sobre el pueblo que muere por mal defendimiento;
a ellos entre sí apartan medio cuento
que han de haber privados, cuál ochenta, cuál ciento.
E dizen los privados: «Servimos cada día
al rey: cuando yantamos es más de mediodía, 990
e velamos la noche, que es luenga e fría,
por concertar sus cuentas e la su atasmía.
E así sin conciencia, sin ningunt otro mal,
podemos nos sacar de aquí algunt cabdal,
ca dize el Evangelio e nuestro decretal 995
que digno es el obrero de levar su jornal».
Dizen luego al rey: «Por cierto vos tenedes
judíos servidores e merced les faredes,
ca vos pujan las rentas por cima las paredes;
otorgádgelas, Señor, que buen recabdo habredes». 1000
«Señor», dizen judíos, «servicio vos faremos:
tres cuentos más que antaño por ellas vos daremos
e buenos fiadores llanos vos prometemos,
con estas condiciones que scriptas vos traemos».
Aquellas condiciones, ¡Dios sabe cuáles son! 1005
para el pueblo mesquino negras como carbón.
«Señor», dizen privados, «faredes grant razón
de les dar estas rentas, encima gualardón».
Dize luego el rey: «A mí plaze de grado
de les fazer merced, que mucho han pujado 1010
hogaño las mis rentas»; e non cata el cuitado
que toda esta sangre sale del su costado.
Después d'aquesto llegan don Abrahan e don Simuel,
con sus dulces palabras que vos parecen miel,
e fazen una puja sobre los de Israel, 1015
que monta en todo el regno cuento e medio de fiel.
D'esta guisa que oídes pasa de cada día
el pueblo muy lazrado llamando "pía, pía":
«¡Dios por merced nos guarde e val Santa María!».
Non hayamos las penas que diz la profecía: 1020
segunt que David cuenta, dize Nuestro Señor:
«Por mesquindat del pobre e por el su clamor,
haberme he a levantar, e seré judgador.
Non me lo logrará quien fuere robador».
E cuenta Isaías, segunt que leeredes: 1025
«Si el huérfano guardades e la viuda defendedes,
venid, dize el Señor, pedid lo que queredes:
vuestros negros pecados blancos los tornaredes».
El que faze el contrario, ya entendedes, será:
a Dios pone en enojo, e su daño fará, 1030
e bien se pare mientes que, cuanto levará
de haber así ganado, poco lo logrará.
Escúsanse los reyes con su grant menester,
ca dizen que han carga del regno defender:
fagan como quisieren, Dios les dé a entender 1035
fazer a su servicio e a todo su plazer.
Pues ¡cómo caballeros los fazen, mal pecado!:
en villas e logares qu' el rey les tiene dado,
sobr' el pecho que l' deben, ¡otro piden doblado!
e con esto los tienen por mal cabo poblado: 1040
do moraban mil homnes, non moran ya trezientos;
más vienen que granizo sobre ellos ponimientos;
fuyen chicos e grandes con tales escarmientos,
ca ya vivos los queman, sin fuego e sin sarmientos.
E tienen para esto judíos muy sabidos, 1045
para sacar los pechos e los nuevos pedidos;
non lo dejan por lágrimas que oyan, nin gemidos;
demás, por las esperas aparte son servidos.
E aún para esto peor lo vi fazer:
en las rentas del rey suelen parte tener, 1050
por que non se les pueda el pobre defender
de les dar lo que piden o todo lo perder.
Maguer non tienen viñas, siempre suelen comprar
muchos vinos de fuera e ý los encubar;
ciertos meses del año los suelen apartar, 1055
que los beba el concejo, a como l' suelen dar.
Así es ello; cierto muchas vezes lo vi
lo que non val dinero costar maravedí,
el vino agro, turbio, muy malo, baladí,
quien pasa e lo bebe, nunca más torna ý. 1060
Conviene que lo gasten los pobres labradores,
beberlo o verterlo non les valdrán clamores;
e fagan luego pago a judíos traidores,
o lo sacan a logro de buenos mercadores.
Así como es del vino, en carne es otro tal: 1065
si el señor tiene algunt buey viejo cuïtral,
conviene que lo coman o con bien o con mal,
e luego en la mollera tienen presta la sal.
Fazen luego castillos al canto de la villa,
grandes muros e fuertes, torres a maravilla, 1070
siquiera sean altos como los de Sevilla,
por meter los mesquinos más dentro en la capilla.
Mas antes de que sea la tal obra acabada,
viene luego la muerte e dale su mazada:
parte de aquí el alma asaz envergonzada, 1075
e sotierran el cuerpo en muy peor posada.
En el su Evangelio nos dize el Señor:
«Tú non fagas injurias nin seas caloñador».
Por Dios paremos mientes de aquel fuerte temor
del día del Jüicio que espera el pecador. 1080
Todas estas riquezas son niebla e rocío;
con honras e orgullos e aqueste loco brío
échase homne sano e amanesce frío,
ca nuestra vida corre como agua de río.
Los privados del rey e los sus allegados 1085
asaz tienen de quejas e de grandes cuidados,
ca ¡mal pecado! muchos consejos son errados
por querer tener ellos los reyes lisonjados.
Cuando en el Consejo la cuestión es propuesta,
luego cata el privado a cuál cabo se acuesta 1090
la voluntad del rey, e va por esa cuesta
cuidando a su casa levar buena respuesta.
Do él cuida que gana, cuido que pierde asaz
si conseja la guerra e estorba la paz;
el que por sus pecados en tales cosas yaz 1095
algunt tiempo habrá la salsa del agraz.
El rey d'ellos se fía: por ende quien lo daña
ha muy mala ventura con lisonja lo engaña;
dígale su servicio, ca si un hora se ensaña
el rey, non le echará por end' de su compaña. 1100
Siempre debe el Consejo dezir al rey verdat
e siempre lo inclinar a fazer pïedat,
e todo el tiempo l' guarde non faga crueldat,
ca clemencia es en reyes muy loada bondat.
Los reyes poderosos, si catan su alteza, 1105
naturalmente se inclinan a fazer toda crüeza;
por ende han menester virtud de fortaleza
non los dejen ser caídos e guarden su nobleza.
Segunt dize Valerio, en su libro, Mayor,
la virtud que en los reyes es más noble e mejor 1110
es perdonar al caído toda culpa e error;
d'esto muchos enjiemplos nos mostró Nuestro Señor.
Amar bien a quien te ama non es de agradescer;
mas, si te alguno erró e te fue fallescer,
tú l' debes perdonar e a Dios en gracia haber, 1115
que te da tiempo e logar que así lo puedas fer.
Mucho só maravillado qu' el mundo lo defiende
quien a su señor conseja ál de lo que se le entiende,
e, si por la cobdicia en este mal se enciende,
tal consejo el rey al dïablo lo encomiende. 1120
Quien quisier consejar muy bien a su señor
conséjel' que non sea mucho acaloñador
e que a todos sea muy dulce amador;
quien ál le consejare, será lisonjador.
Por dos cosas se puede el consejo dañar: 1125
o por ira, o por queja; por ende es de guardar,
ca muchos son los homnes que se han de gobernar
por lo que cuatro o cinco hobieren de ordenar.
No m' vala Dios, amigos, si grant plazer non es
que se afine consejo por uno o dos o tres, 1130
cualquier que sea el fecho siquier sobre un tornés,
ca podrié muy aína tomar un grant revés.
Do ha muchas cabezas, ha más entendimiento:
los muchos porfïando toman mejor el tiento;
a vezes falla uno lo que non fallan ciento, 1135
nin fagan del consejo ligero espedimiento.
Sobre los grandes fechos tener luengo Consejo,
e sean los que entraren tan claros como espejo,
lisonja nin cobdicia non traigan en pellejo,
e sean bien atantos que parescan concejo. 1140
Entre todas las cosas sea siempre guardada
la grant pro comunal de la tierra lazdrada;
ca en tanto fue Roma de todos señoreada,
en cuanto así lo fizo; después, yaze abajada.
E sean con el rey al consejo llegados 1145
prelados, caballeros, doctores e letrados,
buenos homnes de villas, que hay muchos honrados,
e pues a todos tañe, todos sean llamados.
Quien del rey o del regno entendiere ocasión,
luego le aperciba e muestre su razón; 1150
segunt ley de Partida, caería en traición
el que lo encubriese un punto nin sazón.
Los reyes deben ser muy mucho avisados
de bien examinar entre los sus privados:
non amen lisonjeros, nin mucho arrebatados; 1155
si así se engañaren, ellos son los culpados.
Otrosí al Consejo deben siempre llamar
a aquellos que sopieren en tal caso fablar,
ca, segunt dizen en Francia, "mucho es de rebtar
aquel que se entremete de ánsares ferrar". 1160
Quien non sabe la cosa nin la hobo ensayado
non puede en el consejo ser mucho avisado,
e serié grant perigro e grant yerro probado
si el tal Consejo hobiese a ser llamado.
Séneca diz: «Las artes habrién buena ventura 1165
si los que las bien saben las toviesen en cura»;
ca nunca bien disputan en la Santa Escriptura
ferrero, carpintero, alfayate de costura.
Segunt diz Sant Gregorio, débese entremeter
cada uno en su arte e en su menester, 1170
ca nunca puede un filósofo, con todo su saber,
gobernar una nao nin mástel le poner.
Si quisieres fer nao, busca los carpinteros;
si quisieres zamarra, busca los pellejeros;
oficios son partidos caminos e senderos: 1175
por unos van a Burgos, por otros a Zebreros.
El buen zelo me faze en aquesto fablar:
non digo por ninguno en esto acusar,
mas por apercebir; e conviene avisar
al que ha por consejos sus fechos gobernar. 1180
Ca de tal masa somos formados, ¡mal pecado!,
que todos fallescemos, cualquier en su estado:
por ende el poderoso Señor sea rogado
que de nos emendar lo tenga en cuidado.
En todos los estados hay perigros asaz: 1185
príncipes e señores, en guerra e en paz,
este mundo los turba e muy quejados faz;
quien cuida que ha sosiego, asaz tiene de agraz.
que monta en todo el regno cuento e medio de fiel.
D'esta guisa que oídes pasa de cada día
el pueblo muy lazrado llamando "pía, pía":
«¡Dios por merced nos guarde e val Santa María!».
Non hayamos las penas que diz la profecía: 1020
segunt que David cuenta, dize Nuestro Señor:
«Por mesquindat del pobre e por el su clamor,
haberme he a levantar, e seré judgador.
Non me lo logrará quien fuere robador».
E cuenta Isaías, segunt que leeredes: 1025
«Si el huérfano guardades e la viuda defendedes,
venid, dize el Señor, pedid lo que queredes:
vuestros negros pecados blancos los tornaredes».
El que faze el contrario, ya entendedes, será:
a Dios pone en enojo, e su daño fará, 1030
e bien se pare mientes que, cuanto levará
de haber así ganado, poco lo logrará.
Escúsanse los reyes con su grant menester,
ca dizen que han carga del regno defender:
fagan como quisieren, Dios les dé a entender 1035
fazer a su servicio e a todo su plazer.
Pues ¡cómo caballeros los fazen, mal pecado!:
en villas e logares qu' el rey les tiene dado,
sobr' el pecho que l' deben, ¡otro piden doblado!
e con esto los tienen por mal cabo poblado: 1040
do moraban mil homnes, non moran ya trezientos;
más vienen que granizo sobre ellos ponimientos;
fuyen chicos e grandes con tales escarmientos,
ca ya vivos los queman, sin fuego e sin sarmientos.
E tienen para esto judíos muy sabidos, 1045
para sacar los pechos e los nuevos pedidos;
non lo dejan por lágrimas que oyan, nin gemidos;
demás, por las esperas aparte son servidos.
E aún para esto peor lo vi fazer:
en las rentas del rey suelen parte tener, 1050
por que non se les pueda el pobre defender
de les dar lo que piden o todo lo perder.
Maguer non tienen viñas, siempre suelen comprar
muchos vinos de fuera e ý los encubar;
ciertos meses del año los suelen apartar, 1055
que los beba el concejo, a como l' suelen dar.
Así es ello; cierto muchas vezes lo vi
lo que non val dinero costar maravedí,
el vino agro, turbio, muy malo, baladí,
quien pasa e lo bebe, nunca más torna ý. 1060
Conviene que lo gasten los pobres labradores,
beberlo o verterlo non les valdrán clamores;
e fagan luego pago a judíos traidores,
o lo sacan a logro de buenos mercadores.
Así como es del vino, en carne es otro tal: 1065
si el señor tiene algunt buey viejo cuïtral,
conviene que lo coman o con bien o con mal,
e luego en la mollera tienen presta la sal.
Fazen luego castillos al canto de la villa,
grandes muros e fuertes, torres a maravilla, 1070
siquiera sean altos como los de Sevilla,
por meter los mesquinos más dentro en la capilla.
Mas antes de que sea la tal obra acabada,
viene luego la muerte e dale su mazada:
parte de aquí el alma asaz envergonzada, 1075
e sotierran el cuerpo en muy peor posada.
En el su Evangelio nos dize el Señor:
«Tú non fagas injurias nin seas caloñador».
Por Dios paremos mientes de aquel fuerte temor
del día del Jüicio que espera el pecador. 1080
Todas estas riquezas son niebla e rocío;
con honras e orgullos e aqueste loco brío
échase homne sano e amanesce frío,
ca nuestra vida corre como agua de río.
Los privados del rey e los sus allegados 1085
asaz tienen de quejas e de grandes cuidados,
ca ¡mal pecado! muchos consejos son errados
por querer tener ellos los reyes lisonjados.
Cuando en el Consejo la cuestión es propuesta,
luego cata el privado a cuál cabo se acuesta 1090
la voluntad del rey, e va por esa cuesta
cuidando a su casa levar buena respuesta.
Do él cuida que gana, cuido que pierde asaz
si conseja la guerra e estorba la paz;
el que por sus pecados en tales cosas yaz 1095
algunt tiempo habrá la salsa del agraz.
El rey d'ellos se fía: por ende quien lo daña
ha muy mala ventura con lisonja lo engaña;
dígale su servicio, ca si un hora se ensaña
el rey, non le echará por end' de su compaña. 1100
Siempre debe el Consejo dezir al rey verdat
e siempre lo inclinar a fazer pïedat,
e todo el tiempo l' guarde non faga crueldat,
ca clemencia es en reyes muy loada bondat.
Los reyes poderosos, si catan su alteza, 1105
naturalmente se inclinan a fazer toda crüeza;
por ende han menester virtud de fortaleza
non los dejen ser caídos e guarden su nobleza.
Segunt dize Valerio, en su libro, Mayor,
la virtud que en los reyes es más noble e mejor 1110
es perdonar al caído toda culpa e error;
d'esto muchos enjiemplos nos mostró Nuestro Señor.
Amar bien a quien te ama non es de agradescer;
mas, si te alguno erró e te fue fallescer,
tú l' debes perdonar e a Dios en gracia haber, 1115
que te da tiempo e logar que así lo puedas fer.
Mucho só maravillado qu' el mundo lo defiende
quien a su señor conseja ál de lo que se le entiende,
e, si por la cobdicia en este mal se enciende,
tal consejo el rey al dïablo lo encomiende. 1120
Quien quisier consejar muy bien a su señor
conséjel' que non sea mucho acaloñador
e que a todos sea muy dulce amador;
quien ál le consejare, será lisonjador.
Por dos cosas se puede el consejo dañar: 1125
o por ira, o por queja; por ende es de guardar,
ca muchos son los homnes que se han de gobernar
por lo que cuatro o cinco hobieren de ordenar.
No m' vala Dios, amigos, si grant plazer non es
que se afine consejo por uno o dos o tres, 1130
cualquier que sea el fecho siquier sobre un tornés,
ca podrié muy aína tomar un grant revés.
Do ha muchas cabezas, ha más entendimiento:
los muchos porfïando toman mejor el tiento;
a vezes falla uno lo que non fallan ciento, 1135
nin fagan del consejo ligero espedimiento.
Sobre los grandes fechos tener luengo Consejo,
e sean los que entraren tan claros como espejo,
lisonja nin cobdicia non traigan en pellejo,
e sean bien atantos que parescan concejo. 1140
Entre todas las cosas sea siempre guardada
la grant pro comunal de la tierra lazdrada;
ca en tanto fue Roma de todos señoreada,
en cuanto así lo fizo; después, yaze abajada.
E sean con el rey al consejo llegados 1145
prelados, caballeros, doctores e letrados,
buenos homnes de villas, que hay muchos honrados,
e pues a todos tañe, todos sean llamados.
Quien del rey o del regno entendiere ocasión,
luego le aperciba e muestre su razón; 1150
segunt ley de Partida, caería en traición
el que lo encubriese un punto nin sazón.
Los reyes deben ser muy mucho avisados
de bien examinar entre los sus privados:
non amen lisonjeros, nin mucho arrebatados; 1155
si así se engañaren, ellos son los culpados.
Otrosí al Consejo deben siempre llamar
a aquellos que sopieren en tal caso fablar,
ca, segunt dizen en Francia, "mucho es de rebtar
aquel que se entremete de ánsares ferrar". 1160
Quien non sabe la cosa nin la hobo ensayado
non puede en el consejo ser mucho avisado,
e serié grant perigro e grant yerro probado
si el tal Consejo hobiese a ser llamado.
Séneca diz: «Las artes habrién buena ventura 1165
si los que las bien saben las toviesen en cura»;
ca nunca bien disputan en la Santa Escriptura
ferrero, carpintero, alfayate de costura.
Segunt diz Sant Gregorio, débese entremeter
cada uno en su arte e en su menester, 1170
ca nunca puede un filósofo, con todo su saber,
gobernar una nao nin mástel le poner.
Si quisieres fer nao, busca los carpinteros;
si quisieres zamarra, busca los pellejeros;
oficios son partidos caminos e senderos: 1175
por unos van a Burgos, por otros a Zebreros.
El buen zelo me faze en aquesto fablar:
non digo por ninguno en esto acusar,
mas por apercebir; e conviene avisar
al que ha por consejos sus fechos gobernar. 1180
Ca de tal masa somos formados, ¡mal pecado!,
que todos fallescemos, cualquier en su estado:
por ende el poderoso Señor sea rogado
que de nos emendar lo tenga en cuidado.
En todos los estados hay perigros asaz: 1185
príncipes e señores, en guerra e en paz,
este mundo los turba e muy quejados faz;
quien cuida que ha sosiego, asaz tiene de agraz.
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