miércoles, 3 de septiembre de 2025

Monólogo de Segismundo en La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca, jonada III.

    ¡Cielos, si es verdad que sueño,

suspendedme la memoria,

que no es posible que quepan

en un sueño tantas cosas! 2925

    ¡Válgame Dios, quién supiera,

o saber salir de todas,

o no pensar en ninguna!

¿Quién vio penas tan dudosas?

    Si soñé aquella grandeza 2930

en que me vi, ¿cómo ahora

esta mujer me refiere

unas señas tan notorias?

    Luego fue verdad, no sueño;

y si fue verdad, que es otra 2935

confusión y no menor,

¿cómo mi vida le nombra

    sueño? Pues, ¿tan parecidas

a los sueños son las glorias,

que las verdaderas son 2940

tenidas por mentirosas,

    y las fingidas por ciertas?

¡Tan poco hay de unas a otras

que hay cuestión sobre saber

si lo que se ve y se goza 2945

    es mentira o es verdad!

¿Tan semejante es la copia

al original, que hay duda

en saber si es ella propia?

    Pues si es así, y ha de verse 2950

desvanecida entre sombras

la grandeza y el poder,

la majestad, y la pompa,

    sepamos aprovechar

este rato que nos toca, 2955

pues solo se goza en ella

lo que entre sueños se goza.

    Rosaura está en mi poder;

su hermosura el alma adora;

gocemos, pues, la ocasión; 2960

el amor las leyes rompa

    del valor y confianza

con que a mis plantas se postra.

Esto es sueño; y pues lo es,

soñemos dichas ahora, 2965

    que después serán pesares.

Mas ¡con mis razones propias

vuelvo a convencerme a mí!

Si es sueño, si es vanagloria,

    ¿quién por vanagloria humana 2970

pierde una divina gloria?

¿Qué pasado bien no es sueño?

¿Quién tuvo dichas heroicas

    que entre sí no diga, cuando

las revuelve en su memoria: 2975

"Sin duda que fue soñado

cuanto vi?" Pues si esto toca

    mi desengaño, sí sé

que es el gusto llama hermosa,

que la convierte en cenizas 2980

cualquiera viento que sopla,

    acudamos a lo eterno;

que es la fama vividora

donde ni duermen las dichas,

ni las grandezas reposan.

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