Exclamación y querella de la Gobernación
I (adaptado al castellano moderno y la métrica actual
II (en versión original)
I
Cuando Roma conquistaba
y Quinto Fabio regía
y cuando Escipión guerreaba,
Tito Livio así escribía:
"Las doncellas y matronas,
por la honra de su tierra,
desguarnecían sus personas
para sostener la guerra".
En el pueblo donde moro
al necio le hacen alcalde;
hierro precian más que oro,
la plata danla de balde.
La paja guardan los tontos
y dejan perder los panes,
cazan con los aguiluchos,
cómense los gavilanes.
Queman los nuevos olivos,
guardan los espinos tuertos,
condenan a muchos vivos,
quieren salvar a los muertos.
Los mejores valen menos:
¡mirad qué gobernación:
ser gobernados los buenos
por los que tales no son!
La fruta, por el sabor
se conoce do ha nacido,
y por el gobernador
el gobernado navío:
los cuerdos huir debían
pues los locos mandan más,
que, cuando los ciegos guían,
¡ay de quien viene detrás!
Que villa sin regidores
su triunfo será muy breve;
la casa sin moradores
muy prestamente se llueve;
los puercos que van sin canes
pocos matan las armadas;
las huestes sin capitanes
nunca son bien gobernadas.
Los zapatos sin las suelas
mal conservan a los pies;
sin las cuerdas las vihuelas
hacen el son que sabéis.
El que da oro sin peso
más pierde por la fechura;
quien se guía por su seso
no va lejos de locura.
En arroyo sin pescado
yerro es pescar con cesta,
y por monte muy ruidoso
trabajar con la ballesta.
Sin castigar los perjuicios
es gran locura vivir,
y donde no hay servicios
remunerados, servir.
Cuanto más alto es el muro,
más hondo cimiento quiere;
de caer está seguro
el que en él nunca subiere.
Donde sobra la codicia
todos los bienes carecen;
en el pueblo sin justicia,
los que son justos padecen.
Y la iglesia, sin letrados,
es palacio sin paredes;
no toman grandes pescados
con las muy delgadas redes.
Que haya mancebos sin viejos
es peligroso alear;
grandes hechos sin consejos
siempre salieron a mal.
En el caballo sin freno
va su dueño temeroso;
sin el gobernalle bueno
el barco va peligroso;
sin que ejecuten las leyes
maldito es el bien que traen;
los reinos sin buenos reyes,
sin adversarios se caen.
Una mesa sin manjares
no harta los convidados;
sin vecinos, los lugares
pronto serán asolados.
La nao sin el patrón
no puede ser bien guïada;
do gobierna la afición
hay peligrosa morada.
Las ovejas sin pastor
destruyen las heredades;
religiosos sin mayor
grandes cometen maldades.
Las viñas sin viñaderos
las cosechan caminantes;
las cortes sin caballeros
son como manos sin guantes.
El golpe dará liviano
la mano si no hay espada;
y la espada sin la mano
no dará gran cuchillada.
Las gentes sin los caudillos
muy flacamente guerrean;
los capitanes sencillos
por cada hombre pelean.
Es peligro navegar
en galera sin los remos,
y mucho más conversar
con quien sigue los extremos.
Pues, si la conversación
es con los tales dañosa,
por cierto su sujección
muy más será peligrosa.
Hombres de armas sin jinetes
perezosa montan guerra;
las naos sin sus barquetes
mal se abastecen de tierra.
Los menudos sin mayores
son cual pasillos sin salas;
los grandes sin los menores
son como halcones sin alas.
Que así como dan las flores
perfección a los frutales,
así los grandes señores
a los palacios reales,
y los príncipes derechos
lucen sobre ellos, sin falla,
así como ricos techos
sobre la hermosa muralla.
Al tema quiero tornar
de la ciudad que nombré,
pues duró su prosperar
cuanto bien regida fue;
pero, después que reinaron
codicias particulares,
sus grandezas se tornaron
en despoblados solares.
Fin
Todos los sabios dijeron
que las cosas mal regidas
cuanto más alto subieron
mayores dieron caídas.
Por esta causa recelo
que mi pueblo con sus calles
habrá de venir al suelo:
por falta de gobernalles.
II (versión crítica reconstruida por Sara Russo)
Quando Roma prosperava, 1
Quinto Fabio la regía
e Çipión guerreava
Tito Libio descrivía.
Las donzellas e matronas 5
por la onra de su tierra
desguarnían sus personas
para sostener la guerra.
II
En un pueblo donde moro
al neçio fazen alcalde, 10
fierro preçian más que oro,
la plata danla de balde;
la paja guardan los tochos
e dexan perder los panes,
caçan con los aguilochos 15
comense los gavilanes.
III
Queman los nuevos olivos,
guardan los espinos tuertos,
condenan a munchos bivos
quieren salvar a los muertos. 20
Los mejores valen menos:
¡mirad que governaçión
ser governados los buenos
por los que tales no son!
IV
La fruta por el sabor 25
se conoçe su natío,
e por el governador
el governado navío.
Los cuerdos fuir devrían
de do locos mandan más, 30
que quando los çiegos guían,
¡guay de los que van detrás!
V
Que villa sin regidores
su triunfo será breve,
la casa sin moradores 35
muy prestamente se llueve.
De puercos que van sin canes
pocos matan las armadas,
las huestes sin capitanes
nunca son bien governadas
VI
Los çapatos sin las suelas,
mal conservarán los pies;
sin las cuerdas las viyuelas
fazen el son que sabés.
El que da oro sin peso 45
más pierde de la fechura,
quien se guía por su seso,
no va lueñe de locura
VII
En arroyo sin pescado,
yerro es pescar con çesta, 50
e por monte traqueado
trabajar con la ballesta.
Do no punen malefiçios
es gran locura bevir,
e do no son los serviçios 55
remunerados, servir.
VIII
Quanto más alto es el muro,
más fondo çimiento quiere;
de caer está seguro
aquel que nunca subiere. 60
Donde sobra la codiçia
todos los bienes falleçen;
en el pueblo sin justiçia
los que son justos padeçen.
IX
La iglesia sin letrados 65
es palaçio sin paredes;
no toman grandes pescados
con las muy sotiles redes.
Los mançebos sin los viejos
es peligroso metal; 70
grandes fechos sin consejos
sienpre salieron a mal.
X
En el cavallo sin freno
va su dueño temeroso;
sin el governalle bueno 75
el barco va peligroso.
Sin secutores las leyes
maldita la pro que traen,
los reinos sin buenos reyes
sin adversarios se caen. 80
XI
La mesa sin los manjares
no farta los conbidados;
sin vezinos los lugares
presto serán asolados.
La nao sin el patrón 85
no puede ser bien guiada;
do rigen por afiçión
es peligrosa morada.
XII
Las ovejas sin pastor
destruyen las heredades; 90
religiosos sin mayor
grandes cometen maldades.
Las viñas sin viñaderos
logranlas los caminantes;
las cortes sin cavalleros 95
son como manos sin guantes.
XIII
El golpe fará liviano
la mano sin el espada;
el espada sin la mano
no dará gran cuchillada. 100
Las gentes sin los caudillos
muy flacamente guerrean;
los capitanes senzillos
por sendos onbres pelean
XIV
Es peligro navegar 105
en galea sin los remos,
mas mayor es conversar
con quien sigue los estremos.
Pues si la conversaçión
es con los tales dañosa, 110
por çierto la sojuçión
muncho será peligrosa.
XV
Onbres d'armas sin ginetes
perezosa fazen guerra;
las carracas sin barquetes 115
mal se sirven de la tierra.
Los menudos sin mayores
son corredores sin salas;
los grandes sin los menores
como falcones sin alas. 120
XVI
Que bien como dan las flores
perfeçión a los frutales,
así los grandes señores
a los palaçios reales;
e los prinçipes derechos 125
luzen sobr'ellos sin falla,
bien como los ricos techos
sobre fermosa muralla.
XVII
Al tema quiero tornar
de la çibdad que nonbré 130
cuyo duró prosperar
quanto bien regida fue;
pero después que reinaron
cudiçias particulares,
sus grandezas se tornaron 135
en despoblados solares.
Fyn
XVIII
Todos los sabios dixieron
que las cosas mal regidas
quanto mas alto subieron 140
mayores dieron caídas.
Por esta causa reçelo
que mi pueblo con sus calles
avrá de venir al suelo
por falta de governalles.
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