martes, 4 de agosto de 2015

Antero de Quental, Soneto quijotesco

EL PALACIO DE LA VENTURA

Antero de Quental  (1843-1891)

Sueño que soy un caballero andante;
por desiertos cabalgo en noche oscura. 
del amor paladín, busco anhelante 
el Palacio feliz de la ventura.

Mas ya desmayo, exhausto y vacilante, 
rota la espada y rota la armadura... 
cuando de pronto veo, fulgurante, 
toda su altiva pompa y hermosura.

Con grandes golpes llamo, sin recelos: 
"Soy el desheredado, el vagabundo, 
¡Abrid la puerta de oro a mis anhelos!"

Se abre la puerta al fin lenta y pausada 
y al entrar caigo, de dolor profundo: 

frío y silencio y sombra y nada.

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