domingo, 9 de agosto de 2015

Boleros clásicos

1

La bien pagá (Ramón Perelló - Juan Mostazo)

Na te pido,
na me llevo,
me voy de tu vera
olvídame ya,
que he pagao con oro
tus carnes morenas,
no maldigas paya
que estamos en paz.

No te quiero,
no me quieras,
si to me lo diste
yo na te pedí,
no me eches en cara
que to lo perdiste,
también a tu vera
yo to lo perdí.

Bien pagá,
si tú eres la bien pagá
porque tus besos compré
y a mí te supiste dar
por un puñao de parné.
Bien pagá, 
bien pagá,
bien pagá 
fuiste mujer.

No te engaño,
quiero a otra, 
no creas por eso
que te traicioné,
no cayó en mis brazos,
me dio sólo un beso,
el único beso
que yo no pagué.

Na te pido,
na me llevo,
entre esas paredes
dejo sepultás
penas y alegrías
que te dao y me diste
y esas joyas que ahora
pa otro lucirás.

2

Tatuaje (Rafael de León )

I

Él vino en un barco de nombre extranjero,
lo encontré en el puerto un anochecer
cuando el blanco faro sobre los veleros
su beso de plata dejaba caer.
Era hermoso y rubio como la cerveza;
el pecho tatuado con un corazón.
En su voz amarga había la tristeza,
doliente y cansada, del acordeón.
Y entre dos copas de aguardiente
sobre el manchado mostrador
él fue contándome entre dientes
la vieja historia de su amor:

ESTRIBILLO

Mira mi brazo tatuado
con este nombre de mujer.
Es el recuerdo del pasado
que nunca más ha de volver.
Ella me quiso, y me ha olvidado,
en cambio, yo no la olvidé,
y para siempre voy marcado
con este nombre de mujer.

II

Él se fue una tarde con rumbo ignorado
en el mismo barco que lo trajo a mí,
pero entre mis labios se dejó olvidado
un beso de amante que yo le pedí.
Errante lo busco por todos los puertos;
a los marineros pregunto por él,
y nadie me dice si está vivo o muerto
y sigo en mi duda, buscándolo fiel.
Y voy sangrando lentamente,
de mostrador en mostrador,
ante una copa de aguardiente
donde se ahoga mi dolor.

ESTRIBILLO

Mira tu nombre tatüado
en la caricia de mi piel,
a fuego lento lo he marcado
y para siempre iré con él.
Quizá ya tú me has olvidado,
en cambio, yo no te olvidé,
y hasta que no te haya encontrado
sin descansar te buscaré.

(Recitado)

Escúchame, marinero,
y dime: ¿qué sabes de él?
Era gallardo y altanero,
y era más dulce que la miel.
Mira su nombre de extranjero
escrito aquí, sobre mi piel.

(Cantado)

Si te lo encuentras, marinero,
dile que yo muero por él.

3

Están clavadas dos cruces


Sevilla tuvo que ser 
con su lunita plateada 
testigo de nuestro amor 
bajo la noche callada.

Y nos quisimos tú y yo 
con un amor sin pecado
pero el destino ha querido 
que vivamos separados.

Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido 
por dos amores que han muerto 
sin haberse comprendido.

Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido 
por dos amores que han muerto, 
que son el tuyo y el mío.

Ay, Barrio de Santa Cruz, 
ay, Plaza de Doña Elvira,
hoy he vuelto a recordar 
y me parece mentira.

Ya todo aquello pasó, 
todo quedó en el olvido, 
nuestras promesas de amores
en el aire se han perdido.

Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido
por dos amores que han muerto 
sin haberse comprendido.

Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido
por dos amores que han muerto, 
que son el tuyo y el mío.

Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido 
por dos amores que han muerto 
sin haberse comprendido. 
Están clavadas dos cruces 
en el Monte del Olvido 
por dos amores que han muerto
que son el tuyo y el mío, 
que son el tuyo, 
que son el tuyo y el mío.

4

Reloj no marques las horas (Armando Manzanero)

Versión de Los Panchos

    Reloj, no marques las horas 
porque voy a enloquecer: 
ella se irá para siempre 
cuando amanezca otra vez 
    No más nos queda esta noche 
para vivir nuestro amor 
y tu tic-tac me recuerda 
mi irremediable dolor 
    Reloj detén tu camino 
porque mi vida se apaga 
ella es la estrella 
que alumbra mi ser: 
yo sin su amor no soy nada 
    Detén el tiempo en tus manos 
haz esta noche perpetua 
para que nunca se vaya de mí 
para que nunca amanezca

5

Puro teatro (Catalino Curet Alonso)

Versión de La Lupe

Igual que en un escenario
finges tu dolor barato.
Tu drama no es necesario:
ya conozco ese teatro.

Mintiendo,
¡que bien te queda el papel!
Después de todo parece
que esa es tu forma de ser.

Yo confiaba ciegamente
en la fiebre de tus besos.
Mentiste serenamente,
y el telón cayó por eso.

Teatro,
lo tuyo es puro teatro,
falsedad bien ensayada,
estudiado simulacro.

Fue tu mejor actuación
destrozar mi corazón;
y hoy que me lloras de veras
recuerdo tu simulacro.

Perdona que no te crea...
me parece que es teatro.
Y acuérdate que según tu punto de vista
yo soy la mala, ¡ay!

Teatro,
lo tuyo es puro teatro,
falsedad bien ensayada,
estudiado simulacro.

Fue tu mejor actuación
destrozar mi corazón;
y, hoy que me lloras de veras
recuerdo tu simulacro.

Perdona que no te crea
¡me parece que es teatro!
Perdona que no te crea:
lo tuyo es puro... teatro.

6

Échale guindas al pavo

CHALE GUINDAS AL PAVO

Huyendo de los civiles, 
un gitano del perchel, 
sin cálculo y sin combina, 
¿que dónde vino a caer? 
en un corral de gallinas. 
¿Y qué es lo que allí encontró?, 
pues una pavita fina 
que a un pavo le hacía el amor 
saltó la tapia el gitano, 
con muchísimo talento 
[y, cuando se vino a dar cuenta, 
con un saco estaba dentro]. 
A los dos los cogió, 
con los dos se najó, 
y el gitano a su gitana [Variante: "y llamando a su costilla"]
de esta manera le habló:

"Échale guindas al pavo, 
échale guindas al pavo 
que yo le echaré a la pava 
azúcar, canela y clavo, 
que yo le echaré a la pava... 
azúcar, canela y clavo".

Estaba ya el pavo asao, 
la pava en el asador 
y llamaron a la puerta... 
¡verá usted lo que pasó!
Entró un civil con bigote, 
¡ozú, qué miedo, chavó! 
se echó el fusí a la cara 
y de esta manera habló: 

"¡A ver dónde está ese pavo, 
a ver dónde está esa pava, 
porque tiene mucha guasa 
que yo no pruebe ni un ala!"

Con los dos se sentó, 
con los dos trajeeló 
y el gitano a la gitana 
de esta manera le habló: 

"Échale guindas al pavo, 
échale guindas al pavo, 
que yo le echaré a la pava 
azúcar, canela y clavo, 
que yo le echaré a la pava 
azuquita, canela y clavo"

7

Y sin embargo te quiero

Me lo dijeron mil veces, 
mas yo nunca quise poner atención. 
cuando vinieron los llantos 
ya estabas muy dentro de mi corazón. 

Te esperaba hasta muy tarde, 
ningún reproche te hacía; 
lo más que te preguntaba 
era que si me querías.

Y, bajo tus besos, 
en la madrugá, 
sin que tu notaras
la cruz de mi angustia 
solía cantá: 

Te quiero más que a mis ojos, 
te quiero más que a mi vía, 
más que el aire que respiro 
y más que a la mare mía. 

¡Que se me paren los pulsos
si te dejo de queré! 
¡Que las campanas me doblen
si te farto alguna ve! 

Eres mi vía y mi muerte, 
te lo juro, compañero: 
no debía de quererte, 
no debía de quererte 
y, sin embargo, te quiero. 

Vives con unas y otras 
y na se te importa
de mi soledá; 
sabes que tienes un hijo 
y ni el apellío
le vienes a dá. 
Llorando junto a la cuna 
me dan las claras del día. 
Mi niño no tiene pare… 
¡Qué pena de suerte mía! 
Anda, rey de España, 
vamos a dormí, 
y, sin darme cuenta,
en ves de una nana 
yo le canto así: 

Te quiero más que a mis ojos, 
te quiero más que a mi vía, 
más que el aire que respiro 
y más que a la mare mía.

Que se me paren los pulsos
si te dejo de queré 
que las campanas me doblen
si te farto alguna ve. 

Eres mi vía y mi muerte, 
te lo juro, compañero; 
no debía de quererte, 
no debía de quererte, 
y, sin embargo, te quiero

8

Mi jaca

MI JACA

El tronío, la guapeza, la solera 
y el embrujo de una noche Sevillana 
no lo cambio por la gracia cortijera 
y el trapío de mi jaca jerezana 

A su grupa va lo mismo que una reina 
con espuelas de diamantes a los pies 
que luciera por corona y como peina 
que luciera por corona y como peina 

La majeza del sombrero cordobés 
mi jaca galopa y corta el viento 
cuando pasa por el puerto 
caminito de Jerez 

La quiero lo mismo que a esa gitana 
que me está dando tormento 
por culpita de un querer 
mi jaca galopa y corta el viento 
cuando pasa por el puerto 
caminito de Jerez 

A la grupa de mi jaca jerezana 
va meciéndose altanera y orgullosa 
como mece el aire por mi ventana 
los geranios, los claveles y las rosas.

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