A LA JUVENTUD
Nordahl Grieg
Rodeado de enemigos,
parados ante la puerta,
la batalla debe lucharse:
prepárate.
Tal vez preguntes con miedo,
desamparado y expuesto:
¿con qué debería luchar,
cuál es mi arma?
He aquí tu escudo contra la ira
he aquí tu espada:
creer en nuestra vida
y en el valor del hombre.
El futuro de todos nosotros
esa es tu culpa;
muere si debes hacerlo, pero
¡sé fuerte, sé paciente!
Terror y explosiones
hay aquí también, en tu propia casa.
Detén el trabajo de la muerte,
detenlo con tu espíritu.
La guerra es desprecio por la vida,
la paz es para crear.
Utiliza tus poderes:
¡la muerte perderá!
El amor y los sueños
solo traen progreso.
Ir hacia el futuro
es pues la respuesta.
Fábricas sin desarrollar,
estrellas desconocidas:
¡construye y explora
tu propio país ya!
¡Digno es el hombre,
la tierra es rica!
La necesidad y el hambre
son una traición.
¡Aplastadlas en nombre de la vida!
La injusticia caerá
porque la luz del sol, el pan y el espíritu
son propiedad de todos.
¡Entonces las armas caerán
sin poder! La gente merece
que creemos la paz
aquí en la tierra.
La responsabilidad
es la carga del hombre;
mayor que la de los animales
es esa dignidad.
He aquí nuestro voto solemne
de hermano a hermano:
protegeremos nuestro mundo
del puño de los tiranos.
¡Defenderemos lo bello,
lo benigno y lo inocente
como cualquier madre
cuidaría de su bebé!
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