sábado, 24 de febrero de 2007

EL DIOS ABANDONA A ANTONIO, Constantino Cavafis



Cuando de pronto se oiga, a medianoche
a un invisible tíaso pasar con músicas fantásticas, -con voces-
tu suerte que declina, tus hazañas
que no fueron cumplidas, tus proyectos
que fueron todo errores, no los llores para nada.
Como dispuesto de hace tiempo ya, valiente,
dile por fin adiós a Alejandría que se marcha, y sobre todo
no te engañes, no digas que fue un sueño,
que se confundió tu oído. No confíes en tales esperanzas vanas.
Como dispuesto de hace tiempo ya, valiente,
como te cuadra a ti, que tal ciudad te mereciste,
quédate inmóvil junto a la ventana y escucha
conmovido, pero no medroso y suplicante
como los cobardes, como un placer postrero los sonidos,
los raros instrumentos del tíaso sagrado
y di por fin adiós a Alejandría que se marcha.

No hay comentarios: