sábado, 22 de agosto de 2015

Arquíloco de Paros, Antología

Arquíloco de Paros, inventor de la poesía yámbica o presatírica

   
Guerrero y poeta

Soy yo, a la vez, servidor del divino Enialio
y conocedor del amable don de las Musas.

                                      Fragm. 1D (C.G.G.) 14

Un mercenario

En la lanza tengo mi pan negro, en la lanza
mi vino de Ismaro, y bebo apoyado en mi lanza.

                                      Fragm. 2D (C.G.G) 14

A los que le acusan de huir en la batalla

Algún sayo alardea, con mi escudo, arma sin tacha,
que tras un matorral abandoné, a pesar mío.
Puse a salvo mi vida. ¿Qué me importa el tal escudo?
¡Váyase al diantre! Ahora adquiriré otro no peor.

                                      Fragm. 6D (C.G.G) 14

A los dioses atribúyelo todo. Muchas veces levantan
de las desdichas a hombres echados sobre el oscuro suelo;
y muchas veces derriban y tumban panza arriba
a quienes carninan erguidos...

                                      Fragm. 58D  (C.G.G) 14

Contra el padre de Neóbula

Padre Licambes, ¿qué es lo que tramaste?
¿Quién perturbó tu entendimiento? Antes
estabas en tus cabales. Pero ahora eres
en la ciudad gran motivo de burla.

Fragm. 88D (C.G.G) 14

Resignación

Corazón, corazón, de irremediables penas agitado,
álzate!.  Rechaza a los enemigos oponiéndoles
el pecho, y en las emboscadas traidoras sostente
con firmeza. Y ni, al vencer, demasiado te ufanes,
ni, vencido, te desplomes a sollozar en casa.
En las alegrías alégrate y en los pesares gime
sin excesos. Advierte el vaivén del destino humano.

Fragm. 67aD (C. G. G.) (14)

Ansias de amor

Jugueteaba ella con un ramo de mirto
y una linda flor del rosal...  Su melena
le aureolaba de sombra los hombros y la frente.
...De su perfumado cabello y su pecho
hasta un viejo se habría enamorado.
Tal ansia de amor me envolvió el corazón
y densa niebla derramó sobre mis ojos
robando de mi pecho el suave sentido.
Yazgo, infeliz, por la pasión vencido,
sin vida, hasta los huesos traspasado
de fieros dolores que los dioses me envían.
Pero el perturbador deseo me domina
y no me cuido de yambos ni placeres.
Ojalá que pudiera tocar la mano de Neóbula...
Y caer, presto a la acción, sobre el odre,
y aplicar el vientre al vientre y mis muslos a sus muslos.   
                             
  Fragms.25D, 26D, 112D, 104D, 11SD, 71D y 7 C (C. G. G.) (14)

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