miércoles, 22 de julio de 2015

Esteban Manuel de Villegas, Oda sáfica al Céfiro

Al Céfiro, oda sáfica

Esteban Manuel de Villegas

(1589–1669)

Dulce vecino de la verde selva,
huésped eterno del abril florido,
vital aliento de la madre Venus,
                Céfiro blando;
si de mis ansias el amor supiste,
tú, que las quejas de mi voz llevaste,
oye, no temas, y a mi ninfa dile,
                dile que muero.
Filis un tiempo mi dolor sabía;
Filis un tiempo mi dolor lloraba;
quísome un tiempo, mas ahora temo,
                temo sus iras.
Así los dioses con amor paterno,
así los cielos con amor benigno,
nieguen al tiempo que feliz volares
                nieve a la tierra.
Jamás el peso de la nube parda
cuando amanece en la elevada cumbre,
toque tus hombros ni su mal granizo
                hiera tus alas.

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