martes, 20 de febrero de 2007
Fragmento de Hiperión, de Hölderlin
A ser uno con todo lo viviente, volver en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza: a menudo alcanzo esa cumbre... pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo enteramente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y yo me encuentro ante ella como ante un extraño, y no la comprendo.
Ojalá no hubiera ido nunca a vuestras escuelas, pues en ellas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol del mediodía.
¡Oh, sí! El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona.
Fragmento de Hiperión o El eremita en Grecia, de Hölderlin
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