martes, 6 de marzo de 2007

ANTOLOGÍA, Bertolt Brecht



Contra la seducción

No os dejéis seducir:
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otra mañana.
No os dejéis engañar
con que la vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.
No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo.

A los hombres futuros

Vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades, pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo, sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia.

Satisfacciones

La primera mirada por la ventana al despertarse, el viejo libro vuelto a encontrar, rostros entusiasmados, nieve, el cambio de las estaciones, el periódico, el perro, la dialéctica, ducharse, nadar, música antigua, zapatos cómodos, comprender, música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar, ser amable.

Elogio del Aprendizaje

¡Aprende las cosas elementales!
¡Para aquellos a quienes les ha llegado

la hora nunca es demasiado tarde!
Aprende el abecedario. No bastará,
¡pero apréndelo! ¡No dejes que te desanimen!
¡Comienza! Debes saber todo.
Tienes que ser dirigente.

¡Aprende, hombre en el asilo!
¡Aprende, hombre en la prisión!
¡Aprende, mujer en la cocina!
¡Aprende, tú que tienes 60 años!

Tienes que ser dirigente.
¡Busca la esquela, tú que no tienes casa!

¡No tengas miedo de preguntar, camarada!
No dejes que te induzcan a nada.
¡Investiga por ti mismo!
Lo que no sepas tú mismo no lo conoces.
Examina los detalles a fondo;
eres tú él que paga las consecuencias.
Pon tu dedo en cada detalle, pregunta: ¿Cómo llegó esto aquí?
Tienes que ser dirigente.

Refugio nocturno

Me han contado que en Nueva York
en la esquina de la calle 26 con Broadway
se pone cada atardecer un hombre
durante los meses de invierno
y, pidiendo a los que pasan,
consigue un techo para que pase la noche
la gente desamparada que allí se reúne.

Con eso no cambia el mundo
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos
no es ésa la forma de acortar la era de la explotación.
Pero algunos hombres tienen cama por una noche
se les abriga del viento durante toda una noche
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.

No abandones el libro, tú que lo estás leyendo.

Algunos hombres tienen cama por una noche
se les abriga del viento durante toda una noche
y la nieve a ellos destinada cae en la calle.
Pero con eso no cambia el mundo
no mejoran con eso las relaciones entre los seres humanos
no es ésa la forma de acortar la era de la explotación.

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