ELEGÍA
¡Oh Alá!
Rompiste
en mis manos
el ánfora,
que llena estaba de puro vino.
Me cerraste,
con furioso ademán,
las puertas del placer.
Derramaste
por el suelo
la bebida dorada,
que se me ha vuelto fango
en la boca contrahecha.
¿No estarás
un poco borracho,
Alá?
La tierra es un mosaico...
La tierra es un mosaico de dioses y creencias,
de clérigos, profetas, sacros libros y textos:
impiedad, fe, pecado, son sólo los pretextos
que los hombres invocan al luchar como fieras.
¿Temes lo que puede traerte
el mañana?
No te adhieras a nada,
no interrogues a los libros ni a tu prójimo.
Ten confianza; de otro modo,
el infortunio no dejará de justificar tus aprehensiones.
No te preocupes por el ayer:
ha pasado...
No te angusties por el mañana:
aún no llega...
Vive, pues, sin nostalgia ni esperanza:
tu única posesión es el instante.
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